Eficiencia y Productividad… ¿Por temor a perder el empleo?

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A estas alturas no debe sorprender que los colaboradores reflejen un estado emocional que, sin llegar a ser una patología diagnosticada, ha puesto a muchos empleadores en foco amarillo.

Las organizaciones están viendo cómo la COVID genera más ansiedad, estrés, depresión, problemas de concentración, pérdida de memoria… y estos se transforman en más bajas por ansiedad y fatiga, continúa.

Pero probablemente lo peor está por venir, ya que la crisis económica y de empleo que llega va a traer mucho sufrimiento.

Aunque no hay datos oficiales sobre el deterioro psicológico de los trabajadores no hay duda de que la COVID está afectando al estado mental de los colaboradores, la disponibilidad permanente y la crisis económica, entre otras causas, y la siniestralidad laboral.

Pese a ello, tanto los psicólogos como los expertos en recursos humanos hablan de un claro empeoramiento del estado emocional de las plantillas generado por la pandemia, que trasciende al experimentado por los trabajadores de la salud y los trabajadores esenciales.

Hay un repunte de la fatiga emocional porque no vemos salida a la situación y empieza a pasar factura en forma de crisis de ansiedad y episodios depresivos” “Los psicólogos perciben un efecto en el trabajo que denominan “niebla mental”, con el que cuesta enterarse, recordar, tomar decisiones… y genera irascibilidad y tristeza. La calidad del trabajo está decayendo .

¿Hay Redención?

Este horizonte [unido a encuestas a empleados que reflejan que al menos la mitad sufre más estrés que antes] está llevando a las empresas a tomar medidas  a poner en marcha servicios de atención psicológica y a implementar formaciones para manejar el estrés continuado y la ansiedad. También de cara a reducir el ausentismo y a intentar mitigar la desconexión emocional con la organización.

Las claves para aliviar los síntomas de estrés y ansiedad son estructurar el trabajo, desactivando las notificaciones, racionalizar horarios y fomentar un estilo de vida saludable, con cuidados en la alimentación y ejercicio físico, así como mindfulness.  Los ciclos cerebrales son cortos, oscilan entre 90 y 110 minutos y solo se puede mantener una atención sostenida durante 15 minutos, así los expertos recomiendan ponerse avisos para descansar y planificar la tarea antes de iniciarla.

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Jorge SalesEficiencia y Productividad… ¿Por temor a perder el empleo?