¿Cuándo debe pensarlo para negociar su sueldo?

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Reforma
Krithika Varagur/ The Wall Street Journal

Nueva York, Estados Unidos (05 marzo 2021).-

Kate Lindsay, una escritora de 28 años en Nueva York, se sintió emocionada cuando le ofrecieron un puesto como escritora de planta en el sitio en internet de la revista Rolling Stone, en la primavera del 2019. Lindsay estaba trabajando en un sitio de medios para mujeres que cubría consejos financieros y negociación salarial.

“Pensé que si no negociaba mi oferta, le estaría fallando a todo lo que se me ha enseñado como mujer”, expresó. Contestó el correo electrónico de la revista pidiendo 10 mil dólares más en sueldo base. Era la primera vez que trataba de negociar.

Tras más de una semana de silencio, recuerda, se le pidió reunirse en persona con alguien de recursos humanos. Dice que el empleado comentó sobre cómo Lindsay había pedido 10 mil dólares abiertamente en vez de permitir un “espacio de maniobra”, y le dijo que “no había margen para negociar”.

Lindsay aceptó la oferta original, pero tres días después, se le avisó que había expirado. La compañía dio el puesto a alguien más. Ella se sintió penalizada por haber tratado de negociar.

Muchos millennials, y en especial las mujeres millennials, han interiorizado la idea de que siempre tienes que negociar tu sueldo. Sin embargo, como descubrió Lindsay, negociar no siempre funciona, y a veces es contraproducente. Y ahora, durante la pandemia, muchos jóvenes están pensando dos veces respecto a ser intransigentes en una economía difícil.

Los expertos en recursos humanos apuntan que la respuesta no es dejar de negociar por completo. En vez de ello, vale la pena considerar cosas más allá del sueldo, haciendo un esfuerzo extra por ser cordial y entusiasta, y darse cuenta de que, de vez en cuando, está bien aceptar una oferta tal como se presenta.

La expectativa cultural de negociar sueldos ahora es generalizada: la firma de personal Robert Half halló que el 70% de más de 2 mil 800 gerentes encuestados en el 2018 esperaba que los candidatos negociaran.

En un sondeo entre 850 profesionales de recursos humanos realizado por la corporación de reclutamiento Jobvite en el 2018, los reclutadores dijeron que casi el 60% de los candidatos millennials que entrevistaron había pedido un aumento de sueldo ese año.

“El mundo ha cambiado. No estoy segura de que realmente puedas negociar el sueldo durante una pandemia”, expresa Deborah Kolb, profesora emérita en la Facultad de Administración del Simmons College. “Pero en realidad, el sueldo es tan limitado. Lo que necesitas negociar son todas las cosas que harían que tu jornada laboral sea mejor”.

Afirma que cosas como el número de juntas al que debe asistir, el límite de horas de trabajo a la semana y el tiempo libre están sobre la mesa de negociación.

Una razón por la que negociar el sueldo base puede ser menos fructífero hoy es que muchos reclutadores abordan el tema del dinero más pronto en el proceso de contratación.

“Somos transparentes sobre rango y expectativas de sueldo desde un principio”, explica Marina Byezhanova, quien opera una firma de búsqueda de talentos llamada Pronexia, en Montreal. “Así que, de hecho, termina siendo una sorpresa si el candidato pide mucho más al final del proceso”.

La brecha salarial de género, que Lindsay citó como un factor en su motivación para negociar, es real. Las mujeres en EU percibieron alrededor de 83% de los ingresos semanales promedios de los varones en el último trimestre del 2020, arrojó un reporte en enero de la Oficina de Estadística Laboral de EU.

Sin embargo, negociar el sueldo base no es la única manera de cerrar esa brecha. Un estudio del 2019 en Academy of Management Journal argumentó que negociar por más liderazgo y autoridad en el puesto, alterando así las trayectorias profesionales a largo plazo de las mujeres, “podría hacer más para cerrar la brecha salarial de género que negociaciones que aumentan el sueldo en un puesto actual”.

Sea lo que sea que decida negociar, las habilidades sociales son cruciales. “El aspecto más importante de la negociación simplemente van a ser esos factores intangibles, como rapport, afabilidad y forma de hablar”, comenta Josh Daniel, un coach vocacional en Korn Ferry, radicado en Dallas. Si todo sale bien, pronto estará trabajando con la persona que lo está entrevistando, así que no debe tratarlos como un adversario, indicó.

Otra razón por la que los trabajadores más jóvenes negocian menos refleja el hecho de que la experiencia realmente ofrece más poder de regateo.

“Entre más alto estés en la cadena alimenticia, básicamente se espera que negocíes”, dice Jeff Crowley, vicepresidente de una firma de búsqueda de ejecutivos en Wheaton, Illinois, enfocada en compañías de manufactura. En su mayoría trabaja con candidatos con al menos 10 años de experiencia y dice que en su trayectoria profesional sólo ha colocado a un puñado que no negoció su sueldo base.

Al otro extremo de la fuerza laboral, los trabajadores de la Generación Z son adversos al riesgo tras haber pasado por dos recesiones, valorando la transparencia salarial y puntos de referencia claros más que una negociación tradicional, afirma Hannah Williams, de 23 años, quien reside en Asheville, Carolina del Norte.

Williams pasó tres años trabajando en la industria hotelera para Biltmore Co., en lo que describe como una ideal primera experiencia laboral.

CONSEJOS LABORALES PARA LA PANDEMIA Piense más allá de su sueldo base: puede negociar sus horas laborales, prestaciones, descripción de puesto y más.

Utilice técnicas de espejo: “Esto significa igualar el nivel de energía y el lenguaje de la otra persona”, explica Daniel, el coach vocacional en Dallas. Es crucial para negociaciones -incluso videollamadas. “Tiene que amplificarlo un poco en Zoom, y recomiendo alejarse un poco de la cámara para que pueda expresar mejor sus emociones con hombros y manos”.

Haga la tarea: Las compañías cotizadas en bolsa y muchas organizaciones sin fines de lucro tienen datos financieros disponibles en línea, y sitios de comparativo de sueldos como Glassdoor, aunque de manera anónima, pueden ofrecer parámetros útiles. Y si tiene algún contacto en la compañía o en la industria en general, pregunte.

Comunique entusiasmo: Decir que se siente “muy emocionado” por la oferta, pero que esperaba ser compensado a un nivel específico más alto por las aptitudes específicas que aporta, y luego reiterar lo emocionado que está, es una forma sencilla de formular su solicitud que es vista favorablemente por muchos patrones, dice Kathleen Steffey, fundadora de la firma de reclutamiento Naviga, en Tampa, Florida.

Considere pedir un aumento diferido: “Otra táctica que puede funcionar es cuando la gente dice, ‘esto es lo que quiero realmente, pero no me molesta esperar. ¿Consideraría subir mi sueldo al cumplir seis meses en el puesto si puedo probar mi valor?'”, señala Byezhanova, quien opera la firma de caza de talentos en Montreal.

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