Empleo a la carta, nuevas realidades

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La visión de algunos líderes europeos acerca de la evolución del mercado de trabajo en los últimos 17 meses, entronca con la teoría de que la disrupción tecnológica ha acelerado un proceso de transformación que las empresas ya están emprendiendo. “El verdadero cambio que ha provocado el coronavirus tiene que ver con el trabajo a distancia”, señalan. El descubrimiento principal ha sido darnos cuenta de que es posible tener a los empleados dispersos y que todo siga funcionando. Se ha producido un cambio de mentalidad en las empresas que ha acabado con la idea de que no se puede trabajar desde casa.

Es un reto para los departamentos de recursos humanos adaptarse a esta nueva realidad, donde seguramente las jornadas de trabajo serán híbridas (varios días de trabajo en la oficina y otros en el domicilio). Ese trabajo extra pasará además, por el establecimiento de una “política individualizada”, ya que no todos los puestos de trabajo son iguales y hacer distinciones entre empleados puede generar tensiones internas.

Los expertos en temas del mercado laboral no son ajenos a las dificultades que ha generado la pandemia entre los más jóvenes para acceder al mercado de trabajo y concluyen que el problema actual con los jóvenes quizás no sea tanto de acceso al mercado de trabajo, sino su asentamiento. Así, se han creado agencias de empleo que ofrecen empezar por contratos temporales de un mes, dos meses o seis meses, para que después puedan optar a un puesto permanente.

Los expertos aconsejan a los jóvenes que no traten de buscar un trabajo permanente de entrada, sino que se dejen guiar por las agencias de empleo, donde prueben distintos tipos de empleos durante periodos alternos, para saber qué es lo que buscan realmente. Y una vez que lo tengan claro, se lancen por un empleo permanente.

En este sentido, las agencias de empleo presentan una nueva fórmula de contratación con la que consideran podría diversificarse aún más la oferta de empleo e incorporar nuevos perfiles. Se trata de firmar un contrato permanente con una agencia de contratación temporal que irá asignando al empleado diferentes tareas en distintas compañías. Durante el tiempo en el que el trabajador se encuentre a la espera de ser asignado a alguna empresa contará con un salario de la agencia de contratación.

Debe haber un salario mínimo justo que permita al trabajador vivir de él, pero al mismo tiempo hay que tener cuidado, porque si es muy alto muchas compañías pueden verse ante la situación de no poder seguir adelante y que se destruya el empleo. Hay que encontrar el equilibrio.

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Jorge SalesEmpleo a la carta, nuevas realidades