Inflación puso en jaque a los ajustes salariales en 2022

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El Economista

• Aun­que en tér­mi­nos no­mi­na­les se ob­ser­vó un in­cre­men­to sa­la­rial pro­me­dio de 6% en los con­tra­tos, en tér­mi­nos reales el da­to fue de una caí­da de 1.84%, de acuer­do con da­tos de la STPS

Pese a negociaciones positivas en los últimos meses del año, los aumentos salariales a nivel federal tuvieron un decremento de -1.84% en términos reales en 2022, el peor comportamiento en casi tres décadas, informó la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).

De acuerdo con los datos publicados por la dependencia este martes, en diciembre se logró un avance de 0.52% en las revisiones salariales en la jurisdicción federal en términos reales, sin embargo, este comportamiento no logró compensar el saldo negativo acumulado en el año, el segundo al hilo con decrecimiento.

En un contexto de inflación elevada, la cual llegó a un nivel de 7.82% en 2022, el dato más alto en más de 20 años, las revisiones salariales quedaron en terreno negativo en el balance anual. Los peores meses fueron octubre, septiembre y abril. De esta manera, aunque en términos nominales se observó un incremento salarial promedio de 6.0% en los contratos, en términos reales el dato fue de -1.84 por ciento. Este reporte es el más bajo desde 1996.

A decir de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la crisis inflacionaria y la desaceleración de la economía han empujado a la baja el crecimiento del salario real en muchos países y regiones, lo que se ha traducido en la merma del poder adquisitivo, lo que ha afectado principalmente a la clase media y a los grupos de ingresos bajos.

“A menos que los salarios y otros tipos de ingresos laborales se ajusten a la inflación, es probable que disminuya el nivel de vida de muchos trabajadores y de sus familias”, expresó el organismo en el “Informe mundial sobre salarios 2022-2023”.

En términos preliminares, la OIT estima que los salarios mensuales en el mundo disminuyeron -0.9% en términos reales en 2002, el primer retroceso en esta medición desde 2008. Por su parte, dentro del G20, grupo de países al que pertenece México y que representa el 60% de los trabajadores asalariados a nivel global, se estima que la caída fue de -2.2 por ciento.

“Luchar contra el deterioro de los salarios reales puede contribuir a mantener el crecimiento económico, lo cual, a su vez, puede ayudar a recuperar los niveles de empleo registrados antes de la pandemia. Ésta puede ser una manera eficaz de disminuir la probabilidad o la intensidad de las recesiones en todos los países y regiones”, expresó Rosalía Vázquez-álvarez, analista de la OIT y una de las autoras del informe.

El alza de los precios al consumidor se mantendrá como un foco de presión para las empresas y los salarios este año, estimó Héctor Márquez Pitol, presidente de la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (Amech). “La inflación no se va a acabar, está previsto que se logre controlar, pero esperaremos un buen rato y, mientras tanto, seguiremos hablando del impacto en los sueldos”.

Los analistas consultados por el Banco de México estiman que el alza de precios al consumidor comenzará a ceder a lo largo del 2023, para cerrar el año en un nivel de 4.99 por ciento.

En diciembre se logró un avance de 0.52% en las revisiones salariales en la jurisdicción federal en términos reales, sin embargo, este comportamiento no logró compensar el saldo negativo acumulado en el año, el segundo al hilo con decrecimiento.

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Jorge SalesInflación puso en jaque a los ajustes salariales en 2022