La desaceleración de la expansión económica no sólo agravaría los desafíos a los que se enfrentan los trabajadores del mundo, también elevará el déficit mundial de empleos, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Según el organismo internacional, el déficit mundial de empleos seguirá aumentando en 2023, desde los 41 millones del año pasado.

Sus previsiones indican que el desempleo total probablemente alcanzará los 208 millones de personas, lo que corresponde a una tasa del 5.8 por ciento.

“En el futuro previsible, la mayoría de los países no alcanzarán una recuperación total a los niveles previos a la pandemia”, dijo el director general de la OIT, Gilbert Houngbo.

“Peor aún es probable que el progreso en los mercados laborales sea demasiado lento para reducir los enormes déficits de trabajo decente que existían antes de la pandemia y que se vieron exacerbados por ella”.

Los niveles de empleo aumentarán solo uno por ciento este año, por debajo del 2.3 por ciento en 2022, y “no se observarán mejoras importantes” en 2024, dijo este lunes la organización con sede en Ginebra en un informe.

El resultado podría ser que los trabajadores, cuyos ingresos ya se han reducido ante la inflación vertiginosa, se vean obligados a aceptar trabajos de menor calidad de los que podrían disfrutar en mejores condiciones económicas.

Houngbo instó a los Gobiernos a emprender acciones coordinadas para abordar la falta de acceso al empleo, la mala calidad del trabajo, la remuneración insuficiente y otras desigualdades.