Semana de sensibilización sobre la salud mental – del 12 al 18 de mayo
Las empresas prosperan cuando sus trabajadores prosperan. Esto significa tener compañeros comprometidos, motivados y que se sientan vinculados a sus equipos y a la empresa en su conjunto. Esto no siempre es fácil de conseguir: la vida de las personas es complicada y las presiones externas a menudo se extienden al lugar de trabajo; las presiones de la dirección y la incertidumbre empresarial pueden afectar a la moral. Sabemos que el «buen trabajo» es «bueno» para la salud mental y el bienestar; sin embargo, ¿cuáles son algunos de los obstáculos y retos para crear una comunidad fuerte en el lugar de trabajo y cómo pueden los líderes y los equipos de personas tener un impacto positivo?
Los retos
No hay un «yo» en EQUIPO (pero hay un «yo»)
Forjar equipos y relaciones sólidas supone un reto entre la coherencia y la prescripción y dejar espacio y autonomía a los individuos. Una de las claves para crear comunidades en el lugar de trabajo es dar cabida a los distintos puntos de vista y, al mismo tiempo, establecer expectativas y límites claros que fomenten la cohesión del equipo. Esto puede lograrse mediante políticas y procesos claros que se apliquen de forma coherente en toda la organización, pero también abriendo vías seguras en las que puedan escucharse las voces y dando agencia a esas voces. Por ejemplo, ¿tienen los directivos una mentalidad abierta, dispuesta a escuchar distintas formas de gestionar un proceso? ¿Tienen confianza los directivos para permitir que se escuche -o se tenga en cuenta- la opinión de otro? ¿Fomenta la empresa la innovación y el desarrollo permitiendo que se planteen nuevas ideas?
Aislamiento
Cuando uno lee sobre las principales tendencias en RRHH, la mayoría habla del aislamiento de los empleados como un problema clave. Sin querer entrar en el debate sobre el trabajo a distancia o en la oficina -puedo ver pros y contras en cada argumento-, hay que aceptar que, para algunos, trabajar a distancia puede no ser propicio para crear un sentimiento de pertenencia y comunidad. Dicho esto, muchos trabajadores que trabajan en una obra, una fábrica o una oficina también pueden sentirse aislados por sus compañeros, su jefe o la cultura general de una empresa. El lugar de trabajo no es el único factor que crea un sentimiento de aislamiento. El aislamiento afecta a la motivación y la productividad, fomenta el «abandono silencioso» y tiene un impacto negativo en la salud mental y el bienestar.
Para fomentar una mayor sensación de unión, las empresas podrían considerar iniciativas como reorganizar el espacio de la oficina para crear un ambiente más «colaborativo», pedir a los que trabajan a distancia que comenten sus experiencias, crear foros digitales, pasar más tiempo hablando juntos, tomar café por la mañana o hacer pausas para el té en equipo. Además, hay que asegurarse de que los jefes estén al tanto de lo que ocurre en sus equipos: ¿hay personas desmotivadas, cómo es la asistencia, se está dejando de lado a alguien? Los directivos desempeñan un papel clave a la hora de garantizar que el aislamiento no quede sin control.
Mala comunicación
Otro obstáculo para la comunidad suele ser la mala comunicación: los compañeros se sienten excluidos o creen que las decisiones se toman para ellos y no con ellos. Esto no quiere decir que los directivos tengan que consultar a sus empleados todas las decisiones (salvo, por supuesto, cuando la ley lo exija), pero ¿pueden las empresas adoptar un enfoque más colegiado a la hora de compartir información? Los boletines informativos mensuales, los comunicados y las asambleas son buenos ejemplos de cómo las empresas comparten información sobre lo que está ocurriendo. Los directivos también deberían reflexionar sobre cómo se comunican con sus equipos. Por ejemplo, ¿se comunican en función de la «necesidad de saber», se han formado camarillas especiales o son tan abiertos como pueden con la información? También es importante que los directivos tengan confianza para dar su opinión, tanto positiva como constructiva.
Sentirse valorado
Sentirse valorado no consiste necesariamente en agitar el árbol mágico del dinero para conseguir un aumento de sueldo. Sí, el dinero es una motivación, pero sentirse valorado es mucho más, en mi opinión. También necesitamos sentirnos valorados en todos los niveles de la organización, ¡incluso nuestros directores generales necesitan sentirse valorados! Los premios, el reconocimiento individual y de equipo, la celebración del éxito, un «bien hecho» público… todo ello crea un sentimiento de conexión con nuestros equipos, pero también con la empresa en general.
Crear una comunidad en el lugar de trabajo: las oportunidades
¿Qué medidas prácticas pueden adoptar las empresas para crear una comunidad segura y positiva en el trabajo?
Propósito y objetivos
¿En qué medida explica y demuestra su organización su propósito, misión u objetivos? ¿Habla por hablar, pero también por hacer? El propósito y los objetivos deben ser tanto descendentes como ascendentes. Las empresas deben tener objetivos, pero también los equipos y las personas. Los individuos deben ser capaces de ver, y también de saber, que lo que están haciendo está marcando la diferencia porque sus objetivos están en consonancia con los objetivos del equipo o de la empresa.
Motivar con un propósito es una herramienta de compromiso muy poderosa. Cuando las personas sienten que están trabajando por algo, están más implicadas en ello, se sienten más comprometidas y conectadas. Considere la posibilidad de revisar su proceso de revisión o evaluación para asegurarse de que tiene en cuenta la alineación de los objetivos.
Un buen proceso de incorporación
Empecemos como queremos empezar. Los objetivos, los valores, el fomento de relaciones individuales y de equipo buenas y cohesionadas, todo empieza con la primera impresión. ¿Llenas a tu nuevo empleado de adoración y de una iniciación bien organizada o cuando se incorpora es un poco por sorpresa? Sí, hablar de manuales, políticas y un café el primer día está muy bien, pero ¿dónde están las reuniones de control, las revisiones o la fijación de objetivos? Pedir a los directivos que compartan sus planes, proyectos o trabajo actual puede ayudar al nuevo empleado a entender las prioridades y dónde puede marcar la diferencia. Recuerde que, a medida que el Gobierno avanza en la aprobación de la Ley de Derechos Laborales, el proceso de incorporación y prueba estará en el punto de mira con los cambios previstos en los derechos de despido improcedente, así que es algo en lo que hay que trabajar ahora.
Líderes comprometidos
Esperamos mucho de nuestros líderes y, hasta cierto punto, deberíamos, su función después de todo es «gestionar». Sin embargo, ¿cuándo fue la última vez que tomó la temperatura a sus directivos? Los directivos son los embajadores y modelos de su empresa, pero ¿están comprometidos y motivados? Su falta de conexión y comunidad tendrá un impacto negativo en sus equipos. La inversión en los directivos a través de cursos de formación y desarrollo del liderazgo, la creación de canales seguros en los que puedan reunirse y compartir ideas, y la búsqueda de formas de colaboración entre los directivos son excelentes maneras de garantizar que los que fomentan la conectividad también se sientan conectados.
Divertirse
Alerta de spoiler: ¡no pasa nada por disfrutar en el trabajo! Pasamos mucho tiempo en el trabajo y es importante que disfrutemos de él y de las personas con las que trabajamos. Divertirse no tiene por qué ser algo grande o extravagante, puede ser en persona o digitalmente. Piensa en eventos internos de networking, «speed mentoring», animar a diferentes grupos a trabajar juntos. Hay mucho que celebrar, así que haz que esto forme parte tanto de la cultura de equipo como de las empresas.
Crear comunidad
Aunque la creación de una comunidad en el lugar de trabajo es el tema central de la semana de la salud mental de este año, no debe quedarse ahí. Crear conexiones internas y una comunidad en el lugar de trabajo puede aportar beneficios a largo plazo para los empleados, los directivos y el bienestar general de la empresa. En tiempos difíciles, es ese sentimiento de pertenencia el que puede unir a las personas, y las empresas no son una excepción.
Fotos: Talent Match

