Shawn Fain, que dirigió el sindicato United Auto Workers en su huelga contra los tres fabricantes de automóviles estadounidenses sindicados el pasado otoño, está siendo investigado por un supervisor federal que supervisa al sindicato.

Las noticias sobre las investigaciones y las acusaciones concurrentes llegan en un mal momento para el sindicato en su campaña para organizar las plantas de automóviles no sindicadas de todo el país. Se trata de sacar a la luz casos de corrupción sindical que enviaron a prisión a anteriores responsables del sindicato, un asunto que ayudó a Fain a conseguir una ajustada victoria para liderar el sindicato el año pasado.

Además, ofrece a los directivos de las plantas automotrices no sindicalizadas otro argumento para convencer a sus empleadores de que voten en contra de la representación de la UAW. Hasta ahora, el sindicato ha obtenido una importante victoria en una planta de Volkswagen en Tennessee, pero ha perdido una votación en una planta de Mercedes en Alabama.

Acusaciones contrapuestas
Otros dos altos cargos del sindicato han lanzado acusaciones de conducta impropia contra Fain, que ya les había acusado anteriormente de lo mismo. Los funcionarios están estudiando las acusaciones.

Fain dijo que tuvo que despojar de muchas funciones a Margaret Mock, Secretaria Tesorera del sindicato y segunda directiva de mayor rango, porque “incurrió en mala conducta en el desempeño de sus responsabilidades de supervisión financiera”, según el informe de Neil Barofsky, abogado designado por un tribunal como supervisor federal.

Por su parte, Fain afirmó que tuvo que retirar al Vicepresidente de la UAW, Rich Boyer, la responsabilidad de supervisar las relaciones con el fabricante de automóviles Stellantis debido al “incumplimiento de sus obligaciones” en relación con determinadas cuestiones de negociación colectiva, según el informe. El informe no incluye los detalles de las acusaciones.

Pero tanto Mock como Boyer, que se presentaron en la misma lista de candidatos que Fain en las elecciones sindicales de hace poco más de un año, dicen que las acciones contra ellas no estaban justificadas.

Barofsky escribió que Mock presentó “alegaciones propias” contra Fain y que las acciones de éste contra ella fueron una “represalia por su negativa o reticencia a autorizar determinados gastos de fondos a petición de y/o en beneficio de quienes ocupaban el cargo de presidente”. Barofsky dijo que Boyer acusó a Fain de actuar contra él por “negarse a participar en actos de mala conducta financiera para beneficiar a otros”.

Los detalles de las acusaciones de Mock y Boyer, respectivamente, contra Fain tampoco se incluyeron en el informe.

Respuesta de Fain
A última hora del lunes, Fain emitió un comunicado en el que defendía las medidas que, según él, desencadenaron las investigaciones.

“Llevar a nuestro sindicato en una nueva dirección significa que a veces hay que agitar el barco, y eso molesta a algunas personas que quieren mantener el statu quo, pero nuestros miembros esperan algo mejor y merecen algo mejor que lo de siempre”, dijo en el comunicado. “Alentamos al supervisor a que investigue todas las denuncias que se le presenten, porque sabemos lo que encontrará: una dirigencia de la UAW comprometida a servir a los afiliados y a dirigir un sindicato democrático. Seguimos centrados en conseguir contratos récord, hacer crecer nuestro sindicato y luchar por la justicia económica y social dentro y fuera del trabajo.”

El sindicato acordó un decreto de consentimiento en 2021 para crear la posición de un monitor federal para resolver los cargos federales de corrupción después de que anteriores funcionarios del sindicato, incluidos dos ex presidentes, fueran a prisión. El acuerdo también estableció la primera elección sindical popular entre los miembros para el liderazgo del sindicato, en lugar de tener líderes elegidos por los delegados en las convenciones sindicales. Esto abrió la puerta a la victoria de Fain.

Barofsky, que anteriormente había sido Inspector General de TARP, el fondo federal que ayudó a rescatar a los principales bancos y a dos grandes fabricantes de automóviles durante la Gran Recesión de 2008 y 2009. En su informe, Barofsky afirma que, si bien el sindicato ha cooperado en general con su oficina en el pasado, ha sido menos comunicativo con estas investigaciones, y escribe que “ha puesto obstáculos que interfieren en la capacidad del supervisor para llevarlas a cabo con prontitud y credibilidad”. Dijo que sólo ha presentado una fracción de los documentos solicitados por su oficina.

En el último año, Fain ha pasado de ser un aspirante relativamente oscuro al puesto más alto del sindicato a convertirse en uno de los dirigentes sindicales de más alto perfil del país, tras encabezar las tres huelgas simultáneas sin precedentes contra General Motors, Ford y Stellantis el pasado otoño. La huelga se saldó con mejoras salariales y de otro tipo sin precedentes para más de 140.000 sindicalistas de los tres fabricantes de automóviles.

Fain fue invitado por el Presidente Joe Biden al discurso sobre el Estado de la Unión, donde Biden le reconoció y elogió. Biden también se unió a Fain en la línea de piquete durante la huelga automovilística del año pasado, siendo el primer presidente en ejercicio que visitaba una línea de piquete. Fain, antiguo crítico tanto del expresidente Donald Trump como de la administración de Biden, se ha convertido en un firme partidario de Biden, que ha recibido el respaldo de la UAW.

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Foto: El Sol de México

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