La queja laboral interpuesta en contra de la planta de Draxton en Irapuato, filial de Grupo Industrial Saltillo (GIS), pone en la mira a esta empresa que fabrica componentes compatibles con vehículos eléctricos.

Draxton sería la primera empresa de capital mexicano en estar investigada por una queja bajo el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida del Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC).

GIS es una empresa global con operaciones en México, España, Italia, República Checa, Polonia y China, que participa en autopartes, construcción y hogar, de acuerdo con información de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

En su último reporte trimestral a la BMV, Jorge Rada, director general de GIS, aseguró que este año pondrán en marcha proyectos de expansión en Europa y Norteamérica.

“Continuaremos aprovechando la dinámica del mercado, así como la tendencia del nearshoring para captar nuevos negocios que nos permitirán crecer de manera sostenida y rentable”, sostuvo Rada.

Draxton ganó negocios por casi 40 millones de dólares en ventas anuales, según el reporte.
Casi 80 por ciento de los programas son compatibles con plataformas híbridas y con vehículos eléctricos, señaló.

La semana pasada, Estados Unidos solicitó a México investigar la situación laboral de los trabajadores en la planta de Draxton en Irapuato, debido a que se han presentado violaciones como despidos injustificados, hostigamiento laboral y represalias a los colaboradores que quieren cambiar de organización sindical.

Héctor de la Cueva, coordinador de CILAS, una organización que documentó las irregularidades que sirvieron de base para la presentación de la queja, señaló que los trabajadores desconocen si hay un contrato colectivo vigente.

“Dentro de la planta ha habido intimidación constante hacia los compañeros que están organizándose para cambiar de sindicato, como amenazas, acoso, cambio de lugar de trabajo, en fin, hostigamiento laboral.

“También existe una cuestión importante la cual es que los trabajadores no conocen el contrato colectivo de trabajo; el último que se tiene registrado es un contrato de hace cuatro años y supuestamente hubo revisión de contrato, supuestamente hubo consulta, pero los trabajadores no tuvieron en sus manos el contrato colectivo. De hecho está en entredicho que exista contrato colectivo en esa empresa”, comentó De la Cueva.

El coordinador del CILAS manifestó que debido al conjunto de irregularidades que se acumularon, el Gobierno de Estados Unidos autoinició una queja en contra de la empresa bajo el mecanismo laboral del T-MEC.