Empleados a patrones: simplemente no nos convencen

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The Wall Street Journal
07 AGO. 2023

Resulta que sólo la primera parte de ese trato se hizo realidad. A los empleados todavía les encanta el trabajo remoto, pero estudios recientes no hallan un aumento a la productividad ni una disminución del trabajo completamente remoto.

Y sin embargo, la mayoría de los patrones ha renunciado a presionar al personal para que regrese a la oficina de tiempo completo. De acuerdo con la Sociedad para la Administración de Recursos Humanos (SHRM), el 62% de los patrones ofrecen la opción de trabajar de forma remota al menos parte del tiempo. La Oficina del Censo encuentra que el 39% de los trabajadores están trabajando desde casa, la mitad de ellos cinco días a la semana.

Es sintomático de un cambio más amplio en las actitudes hacia el trabajo desde el inicio de la pandemia. A pesar de un mercado laboral históricamente ceñido, hasta hace poco los salarios no crecían mucho más rápido que la inflación. Una de las razones es que los trabajadores no solo están negociando dinero. También exigen más compensación no monetaria, como permisos pagados y horarios flexibles. Como resultado, a menudo dedican menos horas o logran menos en las horas que dedican.

Esto parece haber resultado en una fuerza laboral más feliz. El Conference Board reportó en mayo que la satisfacción de los trabajadores aumentó marcadamente del 2021 al 2022 y alcanzó su nivel más alto desde que comenzó la encuesta en 1987. Esto no se debe a que los trabajadores encuentren sus trabajos más satisfactorios, sino a que sus trabajos consumen menos de su vida.

Entre los 18 componentes de la encuesta, el “interés en el trabajo” hizo la menor contribución al aumento en la satisfacción de este año; el equilibrio trabajo-vida fue el mayor contribuidor.

La creencia popular es que mientras más felices estén los trabajadores, más productivos son. Eso no se debe necesariamente a que la felicidad aumente la productividad, sino a que para conservar a sus empleados más productivos, un patrón debe mantenerlos felices, incluso si eso significa tomar medidas que los hacen menos productivos.

No hay nada inusual en que los trabajadores prefieran algo más que el dinero. “Durante el último siglo, el trabajo promedio se ha vuelto más placentero y menos oneroso”, dijo Valerie Ramey, economista en la Universidad de California, en San Diego, vía correo electrónico. Una de las razones son las regulaciones gubernamentales, “pero parte es… que los ingresos reales de los trabajadores han aumentado con el tiempo y han decidido ‘gastar’ (al aceptar salarios más bajos) parte de esos ingresos en mejores amenidades laborales”.

En un estudio del 2009, Ramey y Neville Francis reportaron que la cantidad promedio de horas trabajadas por semana por los hombres de 25 a 54 años cayó de 49.8 en 1920 a 41.4 en 1940. Eso reflejó un cambio de la semana de seis a cinco días, como quedó consagrado en la Ley de Normas Laborales Justas de 1938, que exigía el pago de horas extras por más de 40 horas de trabajo a la semana.

Las horas continuaron disminuyendo, aunque más lentamente, hasta 1980. Datos por separado sugieren que se han mantenido estables en gran medida durante las últimas décadas en EU, mientras que muestran una tendencia a la baja en Europa.

Hay señales de que a raíz de la pandemia los estadounidenses, al igual que los europeos, están dando más prioridad a la parte de “vida” del equilibrio trabajo-vida, y los patrones están respondiendo.

SHRM reporta que la proporción de patrones que ofrecen tiempo libre remunerado aumentó del 63% en el 2019 al 70% hoy, y la proporción que ofrece permiso paterno remunerado aumentó del 28% al 39%. Los permisos son de 7 semanas para los padres y 9 semanas para las madres en promedio, afirma la consultoría de recursos humanos WTW.

Los empleados también se están tomando más vacaciones.

El resultado es que incluso cuando el empleo crece rápidamente, los empleados trabajan menos horas ahora que en el 2019, arrojan datos mensuales del Departamento de Trabajo. Mientras tanto, su Encuesta de Uso del Tiempo en Estados Unidos halló que la proporción de personas empleadas realmente trabajando en un día determinado cayó del 67.8% en el 2019 al 66.1% en el 2022, la más baja desde por lo menos el 2003.

Mientras tanto, las horas que los trabajadores sí dedican son menos productivas. La producción por hora en el sector empresarial se disparó a principios de la pandemia y luego tuvo una tendencia a la baja durante el primer trimestre de este año, aunque probablemente se recuperó un poco en el segundo trimestre.

Estas son cifras notoriamente volátiles. Pero es factible que algo de esto refleja un cambio en la forma en que hacemos nuestro trabajo. A los empleados les encanta trabajar desde casa porque les ahorra traslados y otras molestias, y les permite ocuparse de sus asuntos personales durante el día, como salir a correr o recoger a los niños de la guardería. Pueden ponerse al día con el trabajo sin hacer por la noche o durante el fin de semana.

Los empleados creen que son 7.4% más productivos trabajando desde casa, arrojan encuestas realizadas por Nicholas Bloom de la Universidad de Stanford y dos coautores. Sus gerentes piensan lo contrario, estimando que los trabajadores son 3.5% menos productivos en el hogar.

Los patrones podrían estar menos dispuestos a permitir que los empleados trabajen desde casa si la economía finalmente cae en una recesión y aumenta el desempleo. “Probablemente no estemos en un estado estable en este momento, y me parece probable que se revierta el movimiento hacia el trabajo remoto”, dijo Katharine Abraham, economista laboral en la Universidad de Maryland.

Bloom está menos seguro. Él y sus coautores concluyeron que la pérdida de productividad se limitaba a quienes trabajaban de forma remota de tiempo completo en lugar de sólo unos cuantos días a la semana. E incluso si la productividad sufre, eso podría compensarse con creces con los ahorros de costos. Los empleados remotos podrían necesitar menos espacio de oficina, vivir en lugares más baratos y aceptar salarios más bajos: los autores encontraron que los empleados ven trabajar desde casa dos o tres días a la semana como equivalente a un aumento salarial del 8%.

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Jorge SalesEmpleados a patrones: simplemente no nos convencen