Es frecuente escuchar en los sectores tecnológicos sobre lo complicado que resulta atraer y retener talento; frases como “son unas divas” se escuchan con frecuencia; sobre todo si de profesionales tecnológicos, ingenieros y técnicos se trata y en especial en los explosivos “data centers” que son la infraestructura que hace posible que las transacciones bancarias se crucen a cada segundo, que los operadores de telecomunicaciones se conecten entre sí para que podamos comunicarnos o transmitir información o que los servicios públicos y las aplicaciones funcionen. Son los centros de datos, unas instalaciones con las que México y Estados como Querétaro se han convertido en hubs relevantes generando economía directa e indirecta en el sector de tecnología y puestos de trabajo.
En México hay mas de cincuenta data centers operando y es el segundo mercado más grande de LATAM en cuanto a m2 y potencia energética de data centers.
Además, la industria del data center tiene una inversión directa de 7.053 millones de dólares hasta el 2027, dividida en:
- 3.089 millones de dólares total inversión en procesos de construcción;
- 3964 millones de dólares total de inversión planeada y/o anunciada.
El epicentro de las inversiones es Querétaro, seguido de Nuevo León, Guanajuato, CDMX y Zona Metropolitana.
Hasta hoy, hay 22 proyectos anunciados; 12 en construcción, y la mayoría son en Querétaro. Dicho Estado representa el 65% de la capacidad instalada en el mercado.
Esta expansión que está dando lugar a una batalla por el talento. Más si cabe desde que la inteligencia artificial generativa ha desplegado su fuerza, multiplicando la necesidad de datos y, por tanto, de centros que los alberguen y procesen.
Son empleos cualificados con perfiles informáticos, expertos en computación, almacenamiento, redes, seguridad e inteligencia artificial. Y, por otro, profesionales del control de la refrigeración, eléctricos, así como técnicos orientados a la sostenibilidad unos verdaderos “estuches de monerías”.
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