Hemos avanzado mucho, pero falta mucho por hacer, pues la implementación efectiva de las leyes se enfrenta a problemáticas de resistencia a diario por parte de las trabajadoras como sector laboral en varios países, porque no se cuenta con difusión permanente o falta un marco jurídico hacía un trabajo digno como lo propone la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La regulación del trabajo del hogar en América Latina no queda hasta allí, hacen falta esfuerzos de cada país para la implementación efectiva que ayude a eliminar las trabas que impiden la formalización de una relación laboral, basada en derechos y obligaciones de trabajo.
Todas las trabajadoras deben poder ejercer sus derechos humanos laborales sin discriminación, sin miedo a exigirlos. Lo que se pide es el cumplimiento de los derechos, ni más ni menos, lo que establece la Ley.
Las grandes líderes del movimiento en América Latina
Conlactraho está representada por un secretariado de 7,000 integrantes de distintos países, mujeres que cuentan con trayectoria organizativa y experiencia laboral de más de 20 años como trabajadoras del hogar.
Ellas se han destacado en sus países en la lucha por los derechos de las trabajadoras del hogar y han ocupado la secretaría general de la Conlactraho. A pesar de las dificultades, lograron grandes avances tanto a nivel nacional como internacional:
- Aída Moreno Valenzuela. Chile, 1939-2021. Fundadora de Conlactraho, dedicó su vida al movimiento en su país y en América Latina.
- Basilia Catarí. Bolivia, 1965-2021. Fundadora de la Federación Nacional de Trabajadoras Asalariadas del Hogar de Bolivia.
- Casimira Rodríguez. Bolivia, 1966. Líder del Sindicato de Trabajadoras del Hogar de Cochabamba. De 2006 a 2007 fue ministra de Justicia en el primer gobierno del presidente de Bolivia Evo Morales.
- Marcelina Bautista. México, 1966. Fundadora del Centro Nacional para la Capacitación Profesional y Liderazgo de las Empleadas del Hogar (CACEH).
- María del Carmen Cruz. Nació en Nicaragua y emigró a Costa Rica, donde ha presidido Asociación de Trabajadoras Domésticas (Astradomes)
- Cleide Pinto. Brasil. Presidenta del Sindicato de Trabajadoras y Empleados del Hogar (SinDoméstica), actual secretaria general de la Conlactrahp.
Situación actual de los derechos de las trabajadoras del hogar en América Latina
Según datos de la OIT, se estima que hay alrededor de 18 millones de trabajadoras del hogar en América Latina. Más del 70% labora en la economía informal, sin contratos formales ni protección.
Las trabajadoras del hogar suelen recibir salarios bajos en comparación con otros sectores laborales. Por ejemplo, según la Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos (ENEM) de Brasil, el salario promedio de las trabajadoras del hogar es significativamente inferior al salario mínimo nacional.
Muchas trabajadoras del hogar trabajan jornadas laborales extensas, a menudo sin límites claros entre el trabajo y el tiempo personal. Esto puede dar lugar a condiciones de trabajo precarias y agotamiento físico y emocional.
A pesar de los avances legislativos en algunos países, como la inclusión en sistemas de seguridad social, muchas trabajadoras del hogar aún enfrentan barreras para acceder a la seguridad social y otros beneficios laborales.
En México, a partir de la reforma a la Ley Federal del Trabajo de 2019, las empleadas del hogar tienen derecho a:
- Nueve horas de descanso nocturno continuo
- Descanso diario de tres horas entre el horario matutino y el vespertino
- Un descanso semanal de día y medio
- Contar con una habitación cómoda e higiénica
- Alimentación sana y suficiente
- Pago anual de 15 días de salario por concepto de aguinaldo o parte proporcional, según sea el caso
- Trato digno, respetuoso y amable
- Respeto a su condición física, étnica, religiosa, económica y preferencia sexual
En resumen, la precariedad laboral entre las trabajadoras del hogar en América Latina se caracteriza por la falta de protección legal y laboral, salarios bajos, jornadas laborales extensas, falta de acceso a la seguridad social y discriminación en el lugar de trabajo. Estos desafíos destacan la urgencia de implementar medidas efectivas para mejorar las condiciones laborales y proteger los derechos del grupo de trabajadoras del hogar.
Foto: El Economista