Así que he aprendido a sacar el máximo provecho a este traslape, al desarrollar mis propios pros y contras personales en materia de combinar viajes personales y profesionales. Mi consejo principal: no temas mezclar el trabajo y los viajes personales. Gracias al auge del trabajo híbrido, es mucho más fácil trabajar desde fuera. El simple hecho de extender un viaje de negocios trabajando desde otra ciudad o pueblo puede brindar un bienvenido cambio de ritmo y escenario. Y si agregar algo de trabajo remoto te permite extender tu tiempo en tu destino vacacional, también puede valer la pena desdibujar un poco la raya.

En cuanto a mis otras cosas qué hacer y no hacer:

Tienes que tener en claro si se trata de un viaje de vacaciones o de negocios

La primera combinación de viaje de vacaciones/negocios que hicimos mi esposo y yo fue un desastre, porque no teníamos claras nuestras prioridades. ¿Estábamos visitando San Francisco para conectarnos con clientes (llevando consigo a nuestro pequeño hijo) o estábamos allí de vacaciones (y haciendo tiempo para algunas juntas)? Esa falta de claridad significaba que nos sentíamos constantemente atrapados entre las prioridades laborales y familiares, y nos costaba mucho establecer límites a nuestra disponibilidad para los clientes.

No te presiones a permanecer desconectado durante unas vacaciones de varias semanas

Presionarte para desconectarte por completo del trabajo -si estás en un puesto en el que las cosas pueden salir muy mal en tu ausencia- no es una receta para relajarte, ¡sino una receta para estresarte! Es mejor planear en torno a la inevitabilidad de (algo de) trabajo durante las vacaciones, y luego averiguar cómo evitar que ese trabajo rebase su diversión.

Lleva a tus hijos en viajes de negocios

He traído a cada uno de mis hijos en viajes de negocios, desde que el más pequeño tenía sólo unos meses de edad. Si bien hemos hecho muchas vacaciones en familia, el placer de incluir a la familia en los viajes de negocios es pasar un tiempo a solas con uno u otro niño. (Y dar a mi esposo un tiempo a solas con cualquier niño que se quede en casa). Cuando di un discurso en una conferencia celebrada en Disney World, era obvio traer a mi hijo de 9 años y agregar unos días al viaje para que pudiéramos visitar los diferentes parques temáticos. Y ahora que mis hijos son adolescentes, es muy fácil incluirlos en cualquier viaje en el que puedan quedarse solos en la habitación del hotel mientras yo hago mi trabajo, y luego podemos explorar juntos una nueva ciudad.

No dejes tu tiempo personal sin reservar

La espontaneidad puede ser una alegría cuando está uno en unas vacaciones prolongadas, pero si tu viaje de negocios deja sólo unas cuantas horas o un día libre para divertirse, asegúrate de planear tu diversión con anticipación. Cuando un reciente viaje de negocios me llevó a Vermont por primera vez en 20 años, decidí dejar mi noche libre sin reservar para poder ir a donde me llevara la suerte, y desafortunadamente, a donde me llevó fue un recorrido largo y lluvioso en la oscuridad hasta Montreal, porque no pude encontrar un hotel sin reservar o un lugar para cenar tarde.

Establece límites a tu tiempo de trabajo

Me resulta más fácil acoplar el trabajo al tiempo de vacaciones si establezco algunos límites. Tengo una dirección de correo electrónico separada sólo para vacaciones que uso para la logística de viajes (para no tener que iniciar sesión en mi correo electrónico de trabajo para recuperar una reservación de hotel) y configuro reglas de correo en mi cuenta de correo electrónico principal que reenvía mensajes de alta prioridad a mi dirección de vacaciones. Luego, decido uno o dos ratos al día en los que revisaré mi dirección de correo electrónico de “vacaciones” para ver si hay mensajes de alta prioridad, o me ocuparé de otras tareas relacionadas con el trabajo.

No dejes activadas tus notificaciones

Desactiva las notificaciones de Slack, Teams y cualquier otra aplicación que utilices para comunicarte en el trabajo, y cierra la sesión de tu cuenta de correo electrónico de la oficina en tu teléfono. Idealmente, también apaga las notificaciones de correo electrónico nuevo en tu teléfono, de modo que incluso tu bandeja de entrada de vacaciones no suene y active tu cerebro de trabajo para que vuelva a modo encendido.

Encuentra inspiración en las vacaciones

Incluso cuando estoy en modo puro de vacaciones, el trabajo me encontrará: tendré una conversación sobre alguien e inspirará una idea relacionada con el trabajo. Soy muy aplicada en cuanto a anotar todo pensamiento de trabajo que me asalta durante las vacaciones.

No lea libros de negocios en vacaciones

Es mucho menos probable que tus vacaciones sean relajantes si mantienes tu cerebro de trabajo encendido durante las vacaciones, no digamos que inspire nuevas ideas. Guarda las guías de administración y los podcasts de procedimientos, y relájate incursionando en nuevos temas o intereses, idealmente sin relación con tu trabajo cotidiano.

Agrega selectivamente eventos sociales a sus viajes de negocios

Es encantador cuando los viajes de negocios brindan la oportunidad de volver a conectarse con amigos, siempre que no te agoten o interfieran con tu trabajo. Después de perder la oportunidad de ver a mi compañera de cuarto de la universidad en un viaje a Nueva York (¡olvidé que se había mudado allí!), ahora reviso en Facebook para recordar quién vive en cada ciudad que visito, para poder ponerme en contacto con amigos antes de un viaje. He llegado a aceptar que es mejor hacer menos citas y conectarme con viejos amigos, que tratar de abarcar a todos los que viven en esa ciudad.

No difundas tus viajes en las redes sociales

Ya sea que estés de viaje por trabajo o por placer, tengo mucho cuidado de publicar cualquier cosa sobre mi viaje, particularmente antes: es una receta para incómodos intercambios de mensajes con amigos o colegas que quieren verte mientras estás en la ciudad, incluso si no tienes tiempo para reunirte. Cuando mis hijos eran más pequeños, era imprescindible mantener mis viajes de negocios muy cortos, y odiaba herir los sentimientos de familiares o amigos dejándolos ver que estaba en su ciudad, pero que realmente no tenía tiempo para verlos. Si necesitas publicar sobre su viaje por motivos profesionales, intenta guardar la publicación hasta después del viaje… cuando puedas pedir perdón, en lugar de declinar una invitación.