Con información de Zety

En la vida moderna es normal que se trabajen cinco días y descansen solo dos. En décadas pasadas la productividad de los trabajadores aumentó; sin embargo, en los últimos años ha habido una desaceleración debido a una supuesta falta de motivación que provoca baja productividad en las tareas que deben realizar.

• Según datos del Instituto de Política Económica de Estados Unidos, entre 1973 y 2011, la productividad de los trabajadores creció un 80%. Desde entonces el ritmo de crecimiento se ha desacelerado, con un crecimiento del 64,6% entre 1979 y 2021.
• En 2022 la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos registró una caída significativa en la productividad de los trabajadores, la más rápida en casi 75 años.

¿La percepción de los días laborales tiene un impacto en nuestra productividad?

Para obtener más información, Zety realizó encuestas a 1,000 trabajadores sobre sus opiniones acerca los días laborales y la productividad a lo largo de la semana. Los resultados revelaron datos interesantes sobre cómo percibimos los diferentes días de la semana.

El lunes resultó ser el día menos favorito entre los encuestados, siendo elegido por el 41% como el día que más les disgusta (los trabajadores más jóvenes mostraron una mayor aversión hacia los lunes). Por otro lado, el miércoles fue calificado como el segundo día más desagradable, seguido del martes. El viernes resultó ser el día más esperado, mientras que el jueves fue considerado el menos doloroso.

Es interesante destacar que los jueves parecen tener una mejor reputación que los viernes. Esto se debe a que los jueves no generan grandes expectativas, lo que nos permite aguantar un día más en el trabajo sin sentirnos agotados. En cambio, los viernes pueden ser mentalmente agotadores, ya que estamos ansiosos por irnos a casa y no nos sentimos motivados para realizar tareas adicionales.

El 80% de los encuestados afirmaron que los lunes son el día más estresante de la semana laboral y las razones están relacionadas con el estrés adicional que implica el comienzo de la semana laboral. Además, el síndrome del lunes es un fenómeno común que experimentan muchas personas: la vuelta a la rutina laboral después del fin de semana puede generar sentimientos negativos y aumentar el estrés.

También se descubrió que la mayoría de los empleados experimentan estrés dominical antes del lunes. Esto es especialmente común entre los jóvenes, los autónomos y aquellos que trabajan en el mundo de los negocios y las finanzas. Encuestas y estudios externos respaldan estos hallazgos, mostrando que los domingos por la noche son momentos de preocupación y dificultades para conciliar el sueño debido al estrés relacionado con el trabajo.

Se identificaron varios factores de estrés relacionados con los días laborales. Estos incluyen una carga de trabajo excesiva, plazos ajustados, falta de control sobre las tareas, falta de apoyo de los superiores y conflictos interpersonales en el lugar de trabajo. Todos estos factores pueden contribuir a una disminución en la productividad y el aumento del estrés durante los días laborales.

En un intento por abordar estos problemas, se ha propuesto la idea de una semana laboral de cuatro días. Esta idea ha ganado popularidad en los últimos años, con empresas que implementan horarios de trabajo más flexibles para mejorar la satisfacción y la productividad de los empleados. Algunos estudios preliminares han demostrado que una semana laboral más corta puede aumentar la productividad y mejorar el equilibrio entre el trabajo y la vida personal de los empleados.

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