Así Funciona la Justicia

Loading Agregar a favoritos

Hace tiempo que llegué a la conclusión de que, por muy tolerantes, formados y avispados que seamos, hay algo de lo que no podemos escapar por mucho que nos lo propongamos: los estereotipos. Desde niños nuestra mente se llena de clichés que nos transmiten la familia y el entorno social y que nos permiten adoptar atajos mentales para simplificar la realidad. Los tópicos hacen que aprendamos más rápido porque con ellos no tenemos que analizar todo lo que nos rodea y podemos centrarnos en lo nuevo. El problema surge cuando los estereotipos se convierten en prejuicios inexpugnables que somos incapaces de derribar.

Con los jueces pasa exactamente eso: las creencias sociales a menudo nos imaginan como hombres mayores, con gesto adusto, formas barrocas y poco (o nulo) sentido del humor. Tanto es así que, pese a que el 53 % de la carrera judicial es femenina, muchos ciudadanos todavía se sorprenden al encontrarse en estrados a una mujer, como si fuéramos una exótica rareza.

No sé si conseguiré mi propósito de acercar la Justicia al lector, pero sí espero trasmitir la idea de que los jueces en España somos ciudadanos como todos los demás, con un elevadísimo sentido de la responsabilidad y del servicio público, guiados en nuestras resoluciones por el imperio de la ley, si bien también somos seres humanos imperfectos.

Loading Agregar a favoritos
Jorge SalesAsí Funciona la Justicia