Próximo reto del sindicato: que trabajadores voten sí

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The Wall Street Journal
Los líderes del sindicato United Auto Workers negociaron durante meses y convocaron una huelga histórica antes de cerrar acuerdos tentativos con los fabricantes automotrices de Detroit. Ahora, los trabajadores tienen la última palabra.

Los miembros del UAW en todo EU comenzarán a votar esta semana sobre los pactos laborales con Ford Motor, General Motors y Stellantis, la matriz de Chrysler. Los contratos propuestos, que incluyen un aumento salarial del 25% y el regreso de ajustes por costo de vida, aumentan los salarios más que varios contratos en los últimos 20 años juntos.

Aún así, algunos miembros del sindicato no están seguros de que los términos del contrato sean suficientes para obtener su voto.

Algunas secciones locales de la UAW en instalaciones de Ford han comenzado a votar, mientras que se espera que las de GM y Stellantis comiencen pronto. En la fábrica Bronco de Ford en los suburbios de Detroit, donde los trabajadores estuvieron seis semanas en huelga, el 82% votó a favor de aceptar el contrato propuesto. Se esperan resultados completos de las tres empresas en las próximas semanas.

“Todo mundo dice que vote no al primer contrato”, señaló Denise Hogan, líder de equipo en la asamblea general de la planta Corvette de GM, en Bowling Green, Kentucky. Hogan indicó que revisaría la letra chiquita antes de decidir y que necesita ver si el contrato recompensa a los trabajadores heredados y jubilados.

El presidente de la UAW, Shawn Fain, dirigió una agresiva campaña contractual, ventilando Las demandas del sindicato, incluyendo la petición inicial de un aumento del 40% y una semana laboral más corta con salario completo.

La fuerte retórica y las demandas transparentes de Fain podrían haber elevado las expectativas de los trabajadores, lo que podría hacer más difícil la ratificación de los contratos propuestos, consideró Joseph Brock, un consultor laboral.

Aún así, muchos trabajadores dicen estar contentos con los logros de este contrato que superan con creces los de las rondas de negociación desde hace varias décadas.

Keith Wilhoite, de 44 años, trabaja en una planta Ford en los suburbios de Detroit y estuvo en huelga más de 40 días. Votó sí al contrato porque ofrece aumentos salariales significativos y un camino mejorado financieramente para los empleados nuevos.

Si los trabajadores no ratifican este acuerdo tentativo, Wilhoite indicó que no quiere volver a la huelga. Las ganancias de este contrato le ayudarán a comprarle un auto usado a su hija adolescente, destacó.

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Jorge SalesPróximo reto del sindicato: que trabajadores voten sí