¿Cómo aborda un empleador la maternidad de sus colaboradoras?

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El club inglés anunció hace unos días que su jugadora estrella, la sueca Amanda Ilestedt, está embarazada. Lo hizo a través de un vídeo en redes, donde su entrenador, Jonas Eidevall, comunicaba la noticia al vestuario. Es interesante porqué seguramente hay jugadoras que prefieren no embarazarse para poder seguir jugado y principalmente, cobrando

“Tenemos que anunciar algo que nos va a afectar por una razón muy, muy feliz”, les decía Eidevall a sus jugadoras antes de proyectar la imagen de Ilestedt con un ultrasonido. El sueco destacaba que el club apoyaría en “todo” a la jugadora.

Ser madre embarazada y futbolista en activo no es común.

La mayoría de las ligas incluyendo la mexicana un protocolo de maternidad aunque conforme a la Ley Federal del Trabajo aplicable debieran contar con una incapacidad por maternidad pre y pos natal pero además gozar de los derechos previstos en la misma ley para mujeres embarazadas, más aún en un deporte de constante contacto físico.

Hace poco más de tres años que la FIFA aprobó una reforma del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores y estableció los derechos de las jugadoras a la baja por maternidad y a retomar la actividad deportiva tras dar a luz. La regulación también prohibió las cláusulas anti-embarazo y las rescisiones de contrato, siendo un despido así improcedente.

Esas cláusulas anti-embarazo eran una prohibición no reconocida por los clubes, pero confirmada por jugadoras como Sandra Castelló (Sporting de Huelva). “Muchas veces no estamos informadas, no sabemos qué aparece en los contratos aparte del salario”, dijo a la revista Panenka. Calvo afirma que el problema está en la tipología de los contratos: “La mayoría no son laborales, son mercantiles. Y había cláusulas anti-embarazo, porque uno mercantil es privado, no hay que registrarlo. Si la jugadora quiere firmar bien y si no, adiós”.

El Mundial de Australia y Nueva Zelanda fue el primero en muchos aspectos  fue el primero en el que algunas federaciones como la española permitió que las jugadoras llevasen a sus hijos menores de dos años, proporcionando cuidadores. Los mismos pasos siguieron en Alemania y en Francia.

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Jorge Sales¿Cómo aborda un empleador la maternidad de sus colaboradoras?