Washington DC, Estados Unidos (15 enero 2021).-
05:00 hrs
Su oficina probablemente sobrevivirá a la pandemia, pero su escritorio parece que no.
A medida que el coronavirus trastorna el trabajo, varios patrones dicen que los espacios corporativos deberían existir en gran parte, o en algunos casos totalmente, para proyectos basados en equipos.
Compañías en industrias tan variadas como tecnología y servicios financieros trazan ahora planes para eliminar escritorios individuales y renovar oficinas para que incluyan pisos con salas de juntas y de descanso, con indicaciones a trabajadores a realizar su trabajo en casa. El cambio es una forma de reconocer que, incluso una vez que las medidas de seguridad disminuyan, la pandemia probablemente suscitará una reestructuración más amplia de las oficinas y de las formas en que la gente desempeña sus labores.
“Hemos cruzado un umbral de un solo sentido”, sentencia Drew Houston, fundador y director ejecutivo de la compañía de tecnología Dropbox, que ha pasado meses replanteando sus oficinas y prácticas en el lugar de trabajo. “Esto es un cambio permanente”.
Dropbox figura entre un pequeño, pero creciente grupo de patrones que acogen la tendencia pospandémica de eliminar escritorios. La compañía le dijo a su personal el año pasado que, una vez que sus instalaciones reabran, declarará a las oficinas cerca de San Francisco y otras partes como básicamente zona prohibida para el trabajo individual, al transformarlas en lo que llama “Dropbox Studios”, para juntas y colaboración entre equipos.
Algunos empleados podrían acudir a una oficina una vez a la semana para juntas; otros tal vez vayan una vez por trimestre. El trabajo cotidiano en una oficina de Dropbox ya no será posible para la mayoría de los miembros del personal, muchos de los cuales tendrán mayor flexibilidad de vivir donde les plazca.
Aquellos que insistan en un escritorio fuera de casa podrán pedir apoyo a la compañía para una membresía en un espacio de coworking como WeWork, sugiere Melanie Collins, directora de personal de Dropbox. La compañía reduciría su huella inmobiliaria, con lo que ahorrará costos, pero también planea incrementar su presupuesto de viajes para trasladar trabajadores a sus oficinas.
Al tiempo que Dropbox reimagina la forma en que opera, también reduce su fuerza laboral. La compañía anunció el miércoles que despediría a 315 personas, o alrededor de 11% de su fuerza laboral.
Muchas compañías siguen evaluando el futuro de las oficinas. Múltiples sondeos han mostrado que los empleados valoran la flexibilidad y el enfoque que acompañan al trabajo desde casa, aunque muchos ejecutivos también sienten que las conversaciones en persona son necesarias para fijar objetivos, solucionar problemas o debatir nuevas ideas y productos, una razón por la que varios patrones son reacios a renunciar por completo a las oficinas.
Aun así, los trabajadores de clase profesionista han perdido espacio durante décadas. Las oficinas privadas que alguna vez llenaron pisos le cedieron terreno a los cubículos, popularizados en los 60, que luego se transformaron en diseños de oficina abiertos e hileras de trabajadores esparcidos a través de un piso. En años recientes, varias compañías de consultoría y otras con grandes poblaciones de empleados que viajan han adoptado modelos de alojamiento o “escritorio compartido”, con el que los trabajadores guardan bienes en casilleros de la compañía y reservan un escritorio abierto, no asignado, cuando les resulte necesario.
La pandemia únicamente acelera dichas tendencias, al tiempo que varias compañías experimentan ahora con formas nuevas de configurar oficinas. En la era preCovid, el proveedor de software para la nube VMware dedicaba alrededor de 70% de la superficie en metros cuadrados de sus edificios a escritorios y áreas de trabajo individuales, y 30% de su espacio consistía de lugares para juntas y reuniones, refiere el director ejecutivo Patrick Gelsinger. Eso cambiará en el futuro: la compañía renovará espacios para que entre 50% y 70% de una oficina esté dedicado a espacios compartidos, alrededor del 20% de los empleados seguirá trabajando en oficinas, como antes, pero muchos más trabajarán de forma remota o irán a las oficinas con mucha menos frecuencia en un modelo híbrido.
Un futuro sin escritorios traerá desafíos. Además del costo y las dificultades de establecer oficinas en el hogar, los empleados necesitarán decidir cuándo tiene más sentido verse cara a cara con colegas o superiores. Algunas industrias, como las enfocadas en desarrollar nuevos productos físicos, ya han descubierto que es casi imposible trabajar de forma remota. Más allá de eso, los patrones que adoptan una cultura laboral remota dicen que compañías y gerentes necesitarán aprender a ser más flexibles con los empleados, y darse cuenta de que el trabajo y las interrupciones de la vida continuarán, tal como ha sucedido durante la pandemia.
“Pienso que habrá necesidad de tener un nuevo contrato social, ya sea implícito o explícito, en el trabajo, donde los patrones van a tener que olvidar la mentalidad de fábrica de, muy bien, si estás en tu lugar durante ocho horas, eres un empleado valorado”, expone Houston, de Dropbox.
Varias compañías pronostican un enfoque mixto. En Signifyd, una firma de tecnología financiera de rápido crecimiento cuya sede está situada cerca de San Francisco, la compañía probablemente conservará escritorios en las oficinas para empleados que necesiten un espacio de trabajo específico fuera del hogar, pero también permitirá una mayor flexibilidad para aquellos que trabajan de forma remota.
Algunas compañías incluso exhortan al personal a que reconsidere la forma en que describe los espacios de trabajo.
Vidyard, una plataforma de video para negocios con sede en Canadá, ya no llama oficinas a sus edificios cerca de Vancouver y Kitchener, en Ontario. Ahora son “centros de colaboración” y se anuncian como tal en la página de vacantes de empleo de la compañía.
El personal realiza principalmente su trabajo en el hogar; sus espacios físicos han sido reconfigurados para que grupos se sienten en “cápsulas” y sostengan conversaciones. Aunque la compañía todavía tiene algunos escritorios individuales en su oficina, no anticipa que muchos empleados los usen.
“Tu oficina es la ubicación en tu hogar donde trabajas”, dice Litt.
Después de que el personal sea vacunado contra Covid-19, imagina un escenario en el que los trabajadores irán a sus oficinas para pláticas más largas o juntas para las que sería agobiante sentarse a participar en una videollamada. También anticipa que la compañía pueda reducir parte de su huella inmobiliaria y juntarse para reuniones sociales en un bar o restaurante.
“La forma en que trabajamos nunca regresará”, asegura.

