El organismo internacional aseguró que, si bien, se reportó una baja en la informalidad entre algunos países el año pasado, y en relación al nivel prepandemia, esta situación puede cambiar.
A nivel América Latina, los países que registraron una mayor caída en la informalidad fueron Uruguay y Costa Rica, con 5 y 3.2 puntos porcentuales, respectivamente. En tanto, en Chile yMéxico, la informalidad retrocedió 1.5 y 1.3 por ciento, entre el cuarto trimestre del 2019 y el segundo del 2022.
“Existe un riesgo creciente de que la tendencia a la baja en el empleo informal se revertirá, con efectos adversos efectos sobre las mujeres jóvenes en particular.
“Un número de factores podría conducir a una mayor informalidad en los próximos años, incluida la eliminación o el debilitamiento de políticas de apoyo al empleo formal”, dice la organización.
La OIT añadió en el reporte “Perspectivas sociales y del empleo en el mundo: Tendencias 2023”, que en el contexto de incertidumbre supone una amenaza para la creación de oportunidades laborales formales.
Advirtió que la calidad del empleo sigue siendo una preocupación fundamental, ya que muchas de las personas se ven obligadas a aceptar empleos con bajos salarios y sin protección social.
Alertó por la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores debido a los altos niveles inflacionarios que se registran a nivel global.
En particular, en América Latina, las tasas de informalidad impiden el acceso a protección social y a los derechos fundamentales laborales, expuso la OIT en el documento.