A casi dos años del cambio en la dirección del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), el acoso e intimidación a los trabajadores ha sido una constante que no se ha resuelto. Incluso, llevó al despojo de la sede de su sindicato y otros actos de represión.
Trabajadores de la institución, que optaron por el anonimato, aseveraron que la relación entre el sindicato y Bancomext era bastante cordial y amena, hasta la llegada de Luis Antonio Ramírez Pineda a la dirección en 2022, contrario a las muestras de solidaridad con la organización laboral de Nafin. El Sindicato Nacional Único y Democrático de los Trabajadores del Banco Nacional de Comercio Exterior (Sinudet-bancomext) demandó casi de inmediato a la toma de la dirección de Ramírez Pineda violaciones a los derechos laborales, las cuales también terminaron en manifestaciones.
Los empleados aseguran que no ha habido apertura para dialogar y llegar a buenos acuerdos por el bien de ambas partes. Al contrario, se han visto afectadas algunas condiciones laborales, como el incremento salarial, atención médica, despojo de plazas de base, entre otras faltas graves.
Incluso, se aseveró que las dirigencias sindicales tanto de Bancomext como Nafin no tienen acceso a los centros de trabajo; mientras, del lado de la banca de desarrollo el silencio sobre el tema amenaza con seguir hasta el fin de la actual gestión.
Los trabajadores señalaron que han buscado el diálogo por todos los medios de forma particular, incluida la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) sin tener éxito. Pretenden el restablecimiento de la relación entre administración y sindicato de Bancomext a fin de devolver la sede sindical y tener acceso a los centros de trabajo y restablecer las plazas de base despojadas.

