Con la llegada de la pandemia se demostró que en muchos puestos es posible hacer las funciones desde casa y con horarios flexibles, lo que abre nuevas oportunidades a las mujeres que no podían aspirar a ciertos cargos por asumir mayores responsabilidades en el hogar.
Si bien con el Covid-19 algunas mujeres renunciaron a sus puestos de trabajo para dedicarse al cuidado de los niños, ante la falta física de las escuelas, para otras, y por la naturaleza de sus labores, fue posible hacerlo fuera de la oficina tradicional.
“La flexibilidad laboral que estamos viendo permite que muchas mujeres, a quienes tradicionalmente se les ha dejado más la carga de cuidar a adultos mayores, niños, etcétera, puedan laborar en diferentes horarios, dejando atrás las limitaciones de un trabajo tradicional con horario de oficina”, detalló.
La pandemia ha forzado a las empresas a adoptar formas de trabajo que hasta hace un par de años eran impensables, eliminando muchas barreras, sostuvo.
Para este año en el País, 33 por ciento de los puestos directivos en general están ocupados por mujeres, de acuerdo con el Informe de Negocios Internacionales de la consultoría.
La inclusión de la perspectiva de género en las empresas va más allá de evitar la discriminación hacia las personas, dijo.
“Una empresa realmente inclusiva, no solo se caracteriza por contratar o promover al personal sin ningún tipo de discriminación.
“La inclusión debe ir más allá, hacia la concientización interna y externa, la adaptación de espacios, la flexibilidad laboral en cuanto ubicación y horarios”, comentó.

