El sindicalismo en todo el mundo y en distintas circunstancias, enfrenta otra prueba: aunque cada país enfrenta fenómenos inflacionarios más o menos diferentes; es un hecho que el mundo entero debe hacerle frente, en adición regiones como Europa encaran subidas en los energéticos como el gas.
¿Y dónde están los sindicatos?
Los sindicatos poderosos, si no actúan equilibradamente, podrán generar riesgos macroeconómicos ya que estarán en condiciones de exigir aumentos salariales para contrarrestar el alza en el costo de la vida. El resultado podría ser una espiral salarios-precios y revertirla saldría caro.
El Gobierno
En el caso concreto de México, la función conciliadora y propositiva de la autoridad laboral deberá ser fundamental en las revisiones salariales por venir, para evitar con ello la espiral inflacionaria.
Pero el reto no es sencillo, es un hecho que el dinero alcanza para menos; históricamente, los gobiernos democráticos cuando se enfrentan a la inflación en tiempos complejos es: intentar proteger a la ciudadanía de los grandes aumentos de precios y también tratar de evitar que se obtengan beneficios extremadamente elevados en una época de sufrimiento para la población.
No existe una solución única y cada páis es diferente, lo mismo la realidad de cada sindicato y cada empresa pero ahora proteger a las familias y preservar el sentido de la equidad deben primar sobre la eficacia del mercado de la que hablan los libros de texto.

