Un persistente enigma económico es por qué sigue habiendo escasez laboral en medio de crecimiento desacelerado, alta inflación y crecientes temores de recesión.
El crecimiento del producto interno bruto cayó a territorio negativo en la primera mitad del año. Los costos de los préstamos han aumentado considerablemente a medida que la Reserva Federal aumenta las tasas de interés en un intento por reducir la inflación. Aun así, las nóminas mensuales han crecido un promedio de 438 mil de enero a agosto, casi tres veces el ritmo previo a la pandemia en el 2019.
Muchos patrones dicen que continúan batallando con grandes insuficiencias de personal que se acumularon durante la pandemia y están reacios a reducir el número de empleados. En muchos casos, aún están contratando.
“No creo que veamos despidos masivos”, dijo James Knightley, economista internacional en jefe en ING. “Vamos a ver que las empresas prefieren acaparar su personal en lugar de hacer un despido rápido y luego volver a contratar, porque los retos de contratar en este momento son increíblemente intensos”.
Algunos economistas dicen que las cicatrices de los desabastos del año pasado -incluyendo los enormes gastos de contratación y reclutamiento, combinados con la alta rotación de empleados- podrían hacer que las empresas duden más en despedir trabajadores si la economía cae en una recesión leve. Sostienen que las empresas nunca satisficieron por completo sus necesidades de contratación durante la recuperación y que es probable que las empresas prescindan de vacantes, que se encuentran en máximos históricos, antes de recurrir a la eliminación de puestos de trabajo.
Algunas grandes empresas, incluyendo Goldman Sachs Group Inc., Wayfair Inc. y Snap Inc., han anunciado o señalado despidos recientemente, pero son superadas en número por las empresas que afirman que la escasez de mano de obra está afectando las ventas y la producción. Domino’s Pizza Inc. dijo que las ventas mismas tiendas disminuyeron en el segundo trimestre con respecto al año anterior, en parte debido a la escasez de personal, lo que dejó a algunas de las sucursales de la empresa operando en horarios reducidos. Los despidos y otras salidas involuntarias, que se ubicaron en 1.4 millones en julio, estuvieron 20% por debajo de su nivel promedio mensual en el 2019, cuando el PIB estaba creciendo más rápidamente.
Aunque las vacantes aún superan con creces el número de personas que buscan empleo, es probable que el ritmo de contratación disminuya. Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, ha dicho que las medidas tomadas por la Fed para desacelerar la economía lo suficiente como para reducir la inflación inevitablemente significarán cierto debilitamiento en el mercado laboral.
En su reunión de la semana pasada, los funcionarios de la Fed proyectaron que la tasa de desempleo aumentaría al 4.4% en el cuarto trimestre del próximo año, en comparación con el 3.7% registrado en agosto. Las únicas veces que la tasa ha aumentado tanto es durante o alrededor de las recesiones, pero sería relativamente pequeño a juzgar por los estándares históricos. En las recesiones posteriores a la Segunda Guerra Mundial, la tasa de desempleo aumentó un promedio de 3.8 puntos porcentuales, con un rango de 1.5 puntos en 1980 a 11.2 puntos cuando llegó el Covid-19 en el 2020.
Amy Crews Cutts, economista jefe en AC Cutts & Associates LLC, pronostica un aumento más pronunciado en el desempleo. Ella anticipa que la tasa de desempleo supere el 5% para fines del próximo año. Es probable que los aumentos agresivos a las tasas de interés de la Reserva Federal perjudiquen la demanda y el empleo, comenzando por el mercado inmobiliario, señaló.
Durante los últimos 70 años, las nóminas y la producción económica generalmente han caído en el curso de dos trimestres después del inicio de una recesión.
El panorama laboral inusual de hoy se puede atribuir en parte a las decisiones tomadas al comienzo de la pandemia. Los economistas Robert J. Gordon y Hassan Sayed encontraron que las empresas de sectores como la construcción, los servicios públicos y la minería despidieron a demasiados trabajadores durante los confinamientos del 2020. Con el empleo cayendo más rápido que las ventas, la productividad -la producción por hora- se disparó.
Cuando la economía reabrió, ocurrió lo contrario. La contratación superó a las ventas y la productividad cayó. Esa dinámica se volvió particularmente aguda este año. La productividad laboral no agrícola de Estados Unidos cayó a una tasa anual ajustada estacionalmente del 4.1% en el segundo trimestre con respecto al trimestre anterior, dijo el Departamento del Trabajo. Eso siguió a una caída del 7.4% en el primer trimestre, la caída más pronunciada en más de 74 años.
Los patrones también están lidiando con la rotación de personal. Las nóminas no agrícolas, que cayeron por casi 22 millones al comienzo de la pandemia, superaron su pico previo a la pandemia en agosto. Eso significa que el crecimiento mensual del empleo se perfila a desvanecerse, de acuerdo con los economistas. Pero incluso los patrones que no buscan incrementar el número de empleados tienen que seguir contratando para cubrir las vacantes causadas por tasas de rotación históricamente altas. En julio, el 2.7% de los trabajadores renunciaron a sus empleos, contra el 2.3% en febrero del 2020, cuando la tasa de desempleo igualó un mínimo de medio siglo.
Las empresas corren el riesgo de contratar demasiados trabajadores. Algunas grandes empresas que aumentaron su fuerza laboral en los últimos años ahora buscan reducir algunas de sus operaciones. Amazon.com Inc. dijo que tiene exceso de personal en sus bodegas. Meta Platforms Inc., la matriz de Facebook, indicó que reduciría drásticamente sus contrataciones después de más que duplicar el tamaño de su fuerza laboral desde el 2018.
William Spriggs, economista en jefe del AFL-CIO, destacó que los aumentos a las tasas de interés de la Fed ya han comenzado a afectar partes del mercado laboral. La tasa de desempleo de los trabajadores negros ha aumentado recientemente, mientras que ha disminuido su participación en la fuerza laboral. Además, la tasa de desempleo aumentó en agosto entre los trabajadores hispanos, que son vulnerables a la desaceleración en la construcción, dijo Spriggs en un panel de septiembre sobre las perspectivas de empleo, organizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.

