Los alimentos procesados siguen abonando a un deterioro para el bolsillo de los mexicanos.
En noviembre pasado registraron, de acuerdo con datos del Inegi, un incremento en sus precios de 14.09 por ciento anual, la tasa más alta en 23 años.
Esto significa que en el onceavo mes del año, dentro de las mercancías, donde se encuentra el concepto de alimentos, bebidas y tabaco, éstos últimos aportaron más de un tercio a la inflación general (37.81 por ciento) que fue de 7.80 por ciento anual.
El dato de noviembre fue menor al de octubre cuando la inflación general se ubicó en 8.41 por ciento anual, revelan cifras del Inegi.
En tanto, que la inflación subyacente, el mejor parámetro para medir la trayectoria de los precios al excluir los productos más volátiles, fue de 8.51 por ciento, cuando en el mes previo se ubicó en 8.42 por ciento anual.
En ella se encuentran considerados los alimentos procesados, bebidas y tabaco.
Entre los alimentos que destacaron con mayores alzas en precios están las harinas de trigo con 35.00 por ciento anual, manteca de cerdo con 31.00 y pan blanco con 29.88 por ciento.
Otra mercancía que sobresalió por su incremento fue el jabón para lavar, con 24.82 por ciento.
De acuerdo con el Inegi, el índice de precios subyacente alcanzó en noviembre de 2022 su tasa anual más elevada en 22 años y tres meses.
La inflación no subyacente anual, donde se ubican los agropecuarios, energéticos y electricidad, se ubicó en 5.73 por ciento, por debajo de la tasa de 8.36 por ciento reportada en octubre.
Los precios agropecuarios presentaron un alza anual de 8.89 por ciento, mientras que los energéticos crecieron 2.29 por ciento anual.

