10 de abr de 2023
Las empresas donde no se legitimen CCT serán oportunidades”.
Abelina Ramírez, SECRETARIA GRAL . SINDJA .
En 20 días termina el plazo iniciado hace cuatro años para legitimar los contratos colectivos de trabajo (CCT) registrados en el país y el avance es del 11 por ciento. Dicho proceso, uno de los más importantes de la reforma laboral, les abre dos caminos a los sindicatos independientes: disiparse o ganar la representatividad que perderán las viejas centrales obreras.
Algunas de esas organizaciones llamadas independientes “se van a quedar trabadas en las trancas sin poder brincar”. La metáfora es de Alfonso Bouzas Ortíz, coordinador del Observatorio Ciudadano de la Reforma Laboral (OCRL).
“Después del 2 de mayo no se nos cierran las puertas, al contrario. Las empresas donde no se legitimen los contratos porque los sindicatos hicieron mal las cosas serán espacios de oportunidad para nosotros”, comenta animosa Abelina Ramírez, secretaria general del Sindicato Independiente Nacional Democrático de Jornaleros Agrícolas (SINDJA).
La legitimación de los CCT es el aval de la base trabajadora a su contrato colectivo mediante el voto personal, libre, directo y secreto. Antes de la reforma laboral de 2019 este requisito no existía. El plazo para que los sindicatos realicen el trámite para dicha consulta vence el 1 de mayo.
Luego de una revisión exhaustiva, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) actualizó el número de contratos colectivos registrados y lo redujo de más de 550,000 a 139,000. De esa última cifra, sólo 14,739 han sido legitimados hasta el momento, es decir, el 11% del total. Las autoridades estiman que el 20% de los CCT pasarán este filtro.
Desde hace más de 30 años, especialistas insistían en “que más del 90% de la contratación colectiva en México era de mentiritas, muchos trabajadores ni sabían que tenían un contrato colectivo”, señala Alfonso Bouzas. Pero fue hasta las reformas a la Constitución en 2017 y a la Ley Federal del Trabajo en 2019 que se creó una medida para que no siguiera ocurriendo. Este gran cambio, explica, “tiene como columna vertebral la libertad y la democracia sindical”.
“La legitimación de los CCT surge porque en México existen miles de contratos de protección patronal”, apunta Inés González, coordinadora colegiada de la Red de Mujeres Sindicalistas (RMS). Para muchos sindicatos la negociación consistía en garantizarle “al patrón que tendría el control de los trabajadores. A cambio, las dirigencias obtenían apoyo para que no se crearan movimientos laborales autónomos”, detalla. Por eso la base no siempre estaba de acuerdo con lo pactado o ni siquiera conocía el contrato.
Arma de doble filo
En las entidades agrícolas del norte del país “una gran cantidad de empresas se están quedando sin la legitimación de sus contratos colectivos porque los sindicatos charros no lo están haciendo y no lo van a hacer”, dice segura Abelina Ramírez. Una vez que termine el plazo legal, continúa, el SINDJA y otros sindicatos independientes que tampoco son titulares tendrán la oportunidad de solicitar la constancia de representatividad.
La negociación del CCT la puede realizar el sindicato que represente por lo menos al 30% del personal, según el artículo 390 Bis de la LFT. “Antes, debíamos representar a más del 51% de afiliados para pelear el contrato colectivo”, pero la reforma le dio impulso a los sindicatos minoritarios.
“Entonces, para sindicatos como el nuestro es una oportunidad. Pero sobre todo, para los trabajadores que no han podido ejercer de manera plena su derecho a la liberta sindical”, expresa la líder de jornaleros y jornaleras.
Alfonso Bouzas pondera el análisis de los sindicatos independientes. Si bien muchas de esas organizaciones tienen gran actividad, “algunas directivas pecan de estar distantes de las bases. No en todos hay una cercanía como, por ejemplo, la que demostró el sindicato de telefonistas. Guste o no, las bases salieron convencidas de la negociación”.
La vida sindical activa no hace que el proceso de legitimación sea más fácil, pero sí democrático, dice Inés González. Y pone como ejemplo al Sindicato Independiente de Trabajadores Volkswagen de México, que apenas a mediados de marzo pasado logró legitimar su CCT.
“Los trabajadores conocen su contrato porque han luchado por él, saben lo valioso que es. Pues claro que cada vez será un grupo más exigente y va a solicitar más a cuenta que un sindicato con trabajadores y trabajadoras acostumbradas a no ser consultadas”, agrega.
Habrá menos contratos colectivos de trabajo, también menos sindicatos, al tiempo que el número de personas sindicalizadas también va a la baja. Apenas 12.7% de la población trabajadora en el país está afiliada a una organización sindical.
Ante este contexto, destaca Alfonso Bouzas, en mayo próximo “vamos a saber verdaderamente cuál es el peso político de los sindicatos de los trabajadores organizados y si todos los demás (trabajadores), que son el 90%, quieren seguir sin sindicatos”.
En mayo vamos a saber verdaderamente cuál es el peso político de los sindicatos de los trabajadores organizados y si todos los demás trabajadores, que son el 90%, quieren seguir sin sindicatos”.
Afonso Bouzas,
COORDINADOR DEL OBSERVATORIO CIUDADANO DE LA REFORMA LABORAL.
Después del 2 de mayo no se nos cierran las puertas, al contrario. Las empresas donde no se legitimen los contratos porque los sindicatos hicieron mal las cosas serán espacios de oportunidad para nosotros”.
Abelina Ramírez,
SECRETARIA GENERAL DEL SINDJA.

