En Los líderes comen al final, Simon Sinek no propone ninguna teoría nueva del liderazgo ni ningún principio esencial. Al escribir este libro tiene un propósito mucho más elevado. Simon quisiera hacer de este mundo un lugar mejor para todos nosotros. Su visión es sencilla: crear una nueva generación de hombres y mujeres que entiendan que el éxito o el fracaso de una organización se basa en la excelencia de sus líderes, no en la perspicacia de la gestión.

