Ambos legisladores firman la iniciativa de Ley en la pretenden modificar el Artículo 590-D, de la Ley Federal del Trabajo, en materia de participación de representantes de las personas trabajadoras y de empleadores en el órgano de gobierno del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL).

Cabe recordar que el CFCRL es un organismo autónomo creado con la reforma laboral de 2019, y que sustituyó a las Juntas de Conciliación y Arbitraje; además de que fueron creados los Tribunales Laborales para dirimir los conflictos de manera independiente.

En la exposición de motivos, ambos líderes sindicales argumentan que al participar en el diálogo “social tripartita, los gobiernos y las organizaciones representantes de trabajadores y empleadores ayudan a construir fuertes instituciones en el mercado de trabajo que contribuyen a la estabilidad y la paz social y económica a largo plazo”.

Representantes del sector patronal desconocen la propuesta presentada por los legisladores, la cual tendrá que someterse a discusión en los próximos días, ha casi a 5 años de que México entró en un nuevo modelo laboral en donde todos los sindicatos debieron someterse a un proceso de legitimación de los contratos colectivos de trabajo, cifra que arrojó que la mayoría de estas organizaciones tienen muchos menos afiliados de lo que declaran tener y los obliga a transparentar sus cuentas.

Se encienden alertas 

Al respecto, el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL) a través de la Dirección General de Asuntos Jurídicos emitió un documento en el que, al revisar con detalle la exposición de motivos de los líderes sindicales, dio una opinión “no positiva a la iniciativa de reforma al artículo 590-D de la Ley Federal del Trabajo”.

En dicho documento recordó que la reforma laboral de 2019 se realizó, entre otras razones, porque había un agotamiento del modelo del tripartismo en la integración de los órganos jurisdiccionales encargados de impartir la justicia laboral como son las Juntas de Conciliación y Arbitraje, “se debió a que la solución de los conflictos laborales e intersindicales, así como el registro laboral se desarrollaba con criterios políticos y no jurídicos”, por lo que el tripartismo desembocó en un sistema basado en prácticas de simulación.

Además, resalta que la reforma de 2019 transformó el viejo modelo sindical en un nuevo diseño institucional que ha permitido dar cauce a un sindicalismo representativo, apartado del régimen corporativista y clientelista que prevaleció por décadas; situación a la que se pretende regresar con esta nueva iniciativa.

Asimismo, nuestro país se comprometió con Estados Unidos y Canadá -a la firma del T-MEC- a “disponer la creación de una entidad independiente para la conciliación y el registro sindical y contractual con autoridad para imponer sanciones apropiadas contra quienes violen sus órdenes, y que todas las decisiones de dicha entidad independiente estarían sujetas a apelación ante tribunales independientes”

Dejar al Centro Federal con el viejo diseño institucional “hubiera impedido la cristalización de una reforma integral que propicia el tránsito hacía una nueva era de reconocimiento y garantía de los derechos laborales y sindicales de los trabajadores”.