Por: Jorge Sales Boyoli
Con la semana de cuatro días y el Work-Life-Balance [el equilibrio entre la vida personal y profesional] no podremos mantener la prosperidad de este país”, agregó, desatando una oleada de críticas, que le acusan, entre otras cosas, de querer combatir los síntomas con recetas del mundo laboral del pasado.
Lo que es cierto es que un elemento diferencial de Alemania respecto a otros países es el respeto por el descanso. No es frecuente, ni está bien visto, llamar a los trabajadores fuera de su jornada o en días libres. Tampoco es habitual el concepto de “calentar la silla”. En Alemania, los comercios cierran los domingos y festivos, con contadas excepciones. Todo esto podría resumirse en la palabra Feierabend, un concepto popular que engloba esa idea del descanso del trabajador, de “no me molestes hasta mañana”.
“Feierabend” es una palabra alemana que no tiene una traducción exacta en español, pero su significado es muy cultural y profundo. Literalmente, se compone de:
- “Feier” = celebración o fiesta
- “Abend” = tarde o noche
Sin embargo, el término se utiliza para referirse al momento del día en que terminas de trabajar y comienza tu tiempo libre. Es decir, es el fin de la jornada laboral y el inicio del tiempo de descanso, ocio o vida personal. Así, entre los usos y sentidos comunes encontramos:
- Puede referirse simplemente al fin del día laboral (“Ich mache Feierabend” = “Ya terminé de trabajar”).
- También puede implicar un estado mental de desconexión: no solo dejar de trabajar, sino entrar en una fase de descanso, relajación o disfrute.
- Culturalmente en Alemania, “Feierabend” es valorado como un momento importante para recobrar el equilibrio entre vida y trabajo.
Por ejemplo es común escuchar: “Después del trabajo, me fui a casa, abrí una cerveza y disfruté de mi Feierabend”.
Sin embargo, es innegable que Alemania se encuentra en una crisis de productividad. Pero los economistas recuerdan que no es la pereza lo que frena a Alemania, sino obstáculos estructurales como las dificultades para integrar de manera efectiva a los inmigrantes en el mercado laboral, la burocracia excesiva, la falta de digitalización e innovación o la falta de guarderías.En Europa los alemanes son los que menos trabajan en promedio al año, 1, 343 horas, según datos de la OCDE . Bastante menos que las 2,100 horas de México. No obstante, esta estadística no tiene en cuenta la jornada reducida o que los alemanes tienen de media unos 30 días laborables de vacaciones.
Si Alemania quiere mitigar la crisis demográfica que amenaza su prosperidad, puede hacer dos cosas: ser más productiva o trabajar más. Por lo que este debate no es una sorpresa.

