Edward Slingerland:
🧠 Una mirada interdisciplinaria al alcohol como motor civilizatorio
Slingerland propone que el consumo de alcohol no es una anomalía evolutiva, sino un instrumento clave en la historia humana. Tras revisar evidencias arqueológicas, neurológicas, psicológicas e históricas, sostiene que la embriaguez desempeñó un rol esencial al abordar desafíos exclusivamente humanos .
Beneficios: creatividad, sociabilidad y cooperación
- Creatividad y pensamiento lateral: dosis moderadas de alcohol relajan la corteza prefrontal, lo que facilita ideas innovadoras .
- Alivio del estrés: la intoxicación temporal permite desconectarnos de la presión cotidiana .
- Refuerzo de la confianza y vínculos: el alcohol promueve que extraños cooperen y establece vínculos de grupo esenciales para sociedades amplias .
¿Civilización sin embriaguez? Impensable
Según el autor, nos costaría imaginar órdenes sociales complejos sin las dinámicas relacionales que fomenta el consumo colectivo. La cooperación, la organización social y las estructuras culturales habrían sido más difíciles de construir sin rituales de intoxicación .
Costes y peligros reales
No omite los riesgos: desde daño físico y mental, hasta comportamiento violento o imprudente, especialmente con alcoholes destilados potentes (). También, el autor destaca variaciones culturales —ej., el estilo mediterráneo moderado frente al beber de alto riesgo en soledad— como factor determinante de si los beneficios superan los perjuicios ().
Historia en cada trago
- 10 millones de años: primates consumiendo frutas fermentadas .
- 7000 a. C. – Valle del Yangtsé, China: primer vino humano .
- Orígenes de la cerveza: en geografía como Georgia, evidencia arqueológica del Neolítico .
Transformar el consumo: una invitación prudente
Slingerland termina abogando por:
- Beber con moderación y contexto social, evitando el aislamiento o el consumo excesivo.
- Aprender de culturas con enfoques equilibrados, como la italiana: el alcohol como parte de la comida y comunidad .
- Reconocer los riesgos, especialmente de los licores fuertes, y promover un consumo responsable ().
✍️ Conclusión periodística
Borrachos no es un canto al excesivo consumo, sino un análisis riguroso que replantea nuestras creencias sobre el alcohol. De su tesis emerge una postura provocadora: la intoxicación social moderada no sólo entretiene, sino que ha sido un elemento fundacional en la evolución de la cultura humana y la cooperación. Aunque reconoce los daños, Slingerland aboga por una nueva forma de beber: consciente, incluida en comunidades y arraigada en la tradición del encuentro, no en el descuido.

