Inflación, salarios y empleo
Existe una tensión del mercado de trabajo en algunas economías avanzadas, pero pocos indicios de recalentamiento general
El drástico aumento de las vacantes de empleo en las economías avanzadas a finales de 2021 y comienzos de 2022 ha provocado tensión de los mercados de trabajo, con un creciente número de empleos disponibles con respecto a la cantidad de solicitantes de empleo, que se mantiene más o menos estable.
En los 39 países sobre los cuales se dispone de datos (sobre todo, países avanzados), la tensión del mercado de trabajo aumentó en promedio el 32 por ciento3, con diferencias apreciables entre países. En general, no hay evidencia sólida de recalentamiento general en los mercados de trabajo, pues la reserva de personas desempleadas y de mano de obra subutilizada sigue siendo apreciable en la mayoría de los países analizados. Además, en las economías en desarrollo persiste una apreciable atonía en el mercado laboral.

Foto: Wikipedia Commons
La creciente inflación plantea un problema importante para mantener el poder adquisitivo de los ingresos laborales
La inflación mundial, impulsada principalmente por el aumento de los precios de los alimentos y de la energía y las perturbaciones del suministro, añade elementos de riesgo para la recuperación y provoca una erosión de los ingresos reales de los trabajadores y sus familias. En ausencia de aumentos salariales acordes, la demanda agregada podría caer de forma significativa, amenazando así el crecimiento económico y el empleo. Por lo tanto, a pesar de la mayor tensión de los mercados de trabajo, el riesgo general de una espiral salarios-precios sigue siendo bajo.
Sortear múltiples crisis en el trayecto hacia una recuperación centrada en las personas
La proliferación de las crisis, además de las crecientes desigualdades entre países y dentro de ellos, dificulta más que nunca las iniciativas destinadas a hacer más inclusivos y resilientes los mercados laborales, y pone en peligro el avance reciente en la recuperación. En esta situación compleja e incierta, los responsables de formular las políticas tienen que manejar con cuidado tanto los continuos efectos de la crisis de COVID-19 como los trastornos reales y potenciales del conflicto en Ucrania, incluido el efecto de la inflación en los empleos y en el salario real. Los aspectos a atender especialmente son:
A.- Prestar un apoyo oportuno y eficaz para mantener el poder adquisitivo de los ingresos laborales y el nivel de vida general de los trabajadores y sus familias.
B.- Ajustar cuidadosamente la orientación de la política macroeconómica para hacer frente a las presiones inflacionistas y de sostenibilidad de la deuda, reconociendo al mismo tiempo la necesidad de facilitar una recuperación intensiva en empleo e inclusiva.
C.- Amparar a los grupos y sectores más afectados a través de la protección social de los trabajadores y la ayuda a las empresas, especialmente a las microempresas y pequeñas y medianas empresas o «mipymes», y a las que operan en la economía informal.
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