La economía informal tuvo un mayor peso en la actividad económica de México y aportó el 23.7 por ciento del total del PIB durante el 2021, año que se caracterizó por la reapertura en diversos sectores, según datos publicados por el INEGI.
“En 2020, la participación fue de 21.8 por ciento, lo que representó un aumento de 1.9 puntos porcentuales. En 2020, debido al confinamiento por Covid-19, la participación se ubicó por debajo de toda la serie”, indicó la institución.
A pesar del repunte del año pasado, el nivel máximo en el que la economía informal aportó más al PIB data del 2009 cuando fue 24.4 por ciento.
El sector informal está compuesto por unidades económicas como los micronegocios que no cuentan con los registros legales básicos para operar y que aportó el 12.4 por ciento del PIB informal.
Como otras modalidades de informalidad se ubica la agricultura, incluida la de subsistencia; el servicio doméstico remunerado de los hogares; así como el trabajo que, aunque sea en unidades formales, los trabajadores no cuentan con prestaciones de Ley. Este conjunto
aportó el 11.3 por ciento del total, detalló el organismo.
Según el INEGI, por cada 100 pesos del PIB del país, los ocupados formales generaron 76 pesos y 24 quienes están en la informalidad.
Hasta el tercer trimestre del año, la tasa de informalidad laboral fue de 55.6 por ciento, según cifras desestacionalizadas y estaban ocupados 31.9 millones de personas: 19.2 millones fueron hombres y 12.7 millones eran mujeres.

