Con información de El Economista (Blanca Juárez), el Senado de la República y la OIT.
México se convertirá en el octavo país del mundo en poner en vigor el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre la violencia y el acoso en el entorno laboral. Su importancia radica en su búsqueda de salvaguardar el derecho de todas las personas a trabajar en un ambiente libre de violencia y acoso, especialmente por motivos de género.
El Convenio 190 de la OIT establece un marco común para que los países miembros ajusten sus marcos jurídicos e implementen estrategias integrales para prevenir la violencia y el acoso en los lugares de trabajo. No se limita únicamente al centro laboral, sino que abarca los desplazamientos, viajes laborales, eventos sociales, comunicaciones relacionadas con el trabajo y el alojamiento proporcionado por el empleador.
La entrada en vigor de este convenio en México implica un compromiso con la justicia social y refuerza la reforma laboral de 2019. Al ratificar este convenio se busca romper con prácticas que generan espacios de trabajo poco saludables y que afectan la productividad. Además, reconoce la violencia y el acoso por razones de género, considerando las agresiones y afectaciones contra personas debido a su sexo o género.
El Convenio 190 ampara a todas las personas trabajadoras, tanto en el sector formal como en el informal, incluyendo a voluntarios, pasantes, aprendices, personas despedidas, solicitantes de empleo y aquellos en busca de una vacante. Aplica tanto en el sector público como en el privado, en zonas urbanas y rurales, e incluye el uso de tecnologías de información y comunicación en el ámbito laboral.
La implementación de este convenio requerirá reformas en el marco legal interno y un compromiso de las autoridades para garantizar su aplicación efectiva. Además, México deberá velar por su cumplimiento a través de decisiones judiciales, laudos o convenios colectivos.
La entrada en vigor de dicho Convenio en México es un paso importante para proteger a las personas trabajadoras de la violencia y el acoso en el entorno laboral. Esta herramienta legal proporciona un marco de acción común y reconoce la importancia de garantizar condiciones de trabajo seguras y libres de violencia, especialmente para las mujeres.

