Consultores el gran engaño del capitalismo

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Las grandes cantidades de dinero generadas por las consultorías son asimétricas con el valor de su contribución general y la distribución de los riesgos.  Necesitamos que las organizaciones que conforman nuestras economías tomen medidas sin precedentes y den pasos audaces para mitigar el desmoronamiento de nuestras formas de vida.

Un funcionario responsable de ejecutar una nueva iniciativa en un plazo breve puede verse obligado a contratar a una consultora externa que le prometa una buena relación calidad-precio y una respuesta rápida. La externalización rara vez es la única opción, pero si se ha convertido en la respuesta por defecto para cubrir nuevas necesidades, las alternativas suelen encontrar resistencia. Los llamamientos visionarios a invertir en las organizaciones para crear capacidad interna de manera progresiva se consideran heréticos.

Los gobiernos elegidos democráticamente son actores clave que cuentan con la cantidad de recursos y la legitimidad necesarias para conformar las economías y así resolver estos grandes problemas económicos y sociales. Conformar no significa que tengan que hacerlo todo. Pero sí deben aprender a invertir internamente, a coordinar a otros actores y conseguir inversión empresarial. Para eso tendrán que adoptar medidas audaces a escala local, regional y nacional, con el fin de innovar los sistemas y las infraestructuras y, en última instancia, llevar a cabo programas que cuenten con un mandato democrático. (…)

En todo el mundo, los gobiernos, los ciudadanos y las empresas han empezado a identificar las consecuencias que tiene recurrir a las consultoras los políticos y los ciudadanos se están organizando para cuestionar que sus gobiernos recurran a las consultorías cuando esto les perjudica. Quienes trabajan en empresas y en la Administración se sienten frustrados al verse reducidos a gestores de contratos de consultoría y están proponiendo modelos de ejecución alternativos dentro de sus organizaciones. Incluso en las grandes empresas, opacas y muy jerárquicas, que durante tanto tiempo han dominado el sector de la consultoría, los consultores manifiestan su desacuerdo y reconocen que, aunque pensaban que estas podían ser una fuerza para el bien, en realidad están debilitando el progreso.

 

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Jorge SalesConsultores el gran engaño del capitalismo