Las perspectivas para la región de América Latina y el Caribe (ALC) se han vuelto más inciertas, ya que a los modestos avances en el frente interno se suma un escenario externo más desafiante. Se sigue avanzando en la lucha contra la inflación, aunque el último trecho está resultando largo y el ritmo de descenso de los tipos de interés se ha ralentizado. La confianza de los consumidores y de las empresas sigue aumentando o se mantiene estable, el turismo en el Caribe se ha recuperado plenamente y los mercados de trabajo en las economías más grandes continúan fortaleciéndose, facilitando una modesta reducción de la pobreza.
La inflación en los países avanzados, en lugar de estar a punto de desaparecer como se esperaba, parece persistir, lo que retrasa nuevos recortes de los tipos de interés y limita el margen de maniobra de las autoridades regionales para relajar aún más la política monetaria.
El aparente «shi» hacia aranceles más elevados por parte de Estados Unidos arroja incertidumbre sobre el proyecto de «nearshoring», la práctica de trasladar las operaciones extraterritoriales a países cercanos o amigos, y sobre el acceso a los mercados mundiales en general. El otro mercado principal de ALC -China- sigue mostrando un crecimiento flojo. Los recientes recortes de la ayuda exterior al desarrollo por parte de las economías avanzadas del mundo afectarán gravemente a algunos países.
Aunque en la última década los crecientes flujos migratorios se han alejado de Estados Unidos y han aumentado de un país de ALC a otro, el aumento de la migración de retorno desde Estados Unidos pondrá a prueba los mercados laborales locales y los recursos para la reintegración. Por último, la creciente expansión de la delincuencia organizada transnacional ha hecho que la delincuencia y la violencia se conviertan en una fuente dominante de descontento cívico y plantea graves desafíos a la gobernanza y el desarrollo en ALC, que complicarán los esfuerzos por reactivar el crecimiento, corregir los desequilibrios fiscales y reducir la deuda, y recuperar los avances en la reducción de la pobreza de la década anterior. El ritmo de crecimiento de ALC sigue siendo uno de los más lentos de todas las regiones del mundo.
La inversión, tanto pública como privada, sigue siendo escasa e incluso antes del aumento de la incertidumbre provocado por los crecientes aranceles de EE.UU., había indicios de que la región podía estar perdiendo el tren de la «deslocalización cercana». Los modestos resultados en materia de crecimiento y comercio subrayan la necesidad de avanzar en el programa de reformas que se viene aplicando desde hace tiempo a fin de preparar a las economías regionales para los nuevos retos y las oportunidades potenciales.
En el capítulo 1 de este informe se expone la reciente evolución macroeconómica y social de la región y los retos a los que se enfrenta a corto plazo, en particular en el ámbito del crecimiento, el comercio y el equilibrio de las cuentas fiscales.
Descarga el informe completo aquí

