Más de la mitad de los trabajadores mundiales encuestados por la firma de selección Hays aseguran que la pandemia ha impactado negativamente en su bienestar emocional. No cabe duda que un alto porcentaje de Mexicanos, reconocen que en los últimos 12 meses ha sufrido algún cuadro de ansiedad, fatiga o agotamiento a causa de su situación laboral. Porque, muchos directivos y mandos medios no han sabido gestionar a sus equipos durante el Covid, lo que ha provocado una oleada de casos del síndrome del Burn Out.

La verdadera pandemia que está por llegar es la de la salud mental, afirman diversos líderes laborales de todos los sectores. El Covid-19 ha hecho mella en el estado emocional de la sociedad y el mundo laboral no es ajeno a ello. Muchos profesionales están sufriendo una sobrecarga de estrés que pasará factura a los servicios de salud públicos y privados, que no están preparados para atender las crecientes necesidades ciudadanas por su insuficiente dotación de psiquiatras y psicólogos.

En México a pesar de la famosa NOM035, eclipsada por la pandemia, existe una exposición desigual de los trabajadores a todos estos riesgos psicosociales, muy superior en el caso de los empleados precarios y las mujeres
Pero el problema no es nuevo, desde la industrialización de México a inicios del siglo XX, aunque no se llamaran riesgos psicosociales, se veía que las condiciones de trabajo estaban claramente relacionadas con la salud mental.

Las Opciones.

Cambiar las condiciones laborales: que las plantillas se adecuen a la carga de trabajo existente, que se generen métodos de trabajo más participativos y menos jerárquicos, que se corrijan las deficiencias en los procesos y flexibilidad total a sus empleados para elegir dónde y cuándo quieren trabajar.

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