El Teletrabajo no llegó para quedarse

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Antes de la pandemia, se veía el teletrabajo como el modelo laboral del futuro. En los meses más duros del coronavirus, y especialmente durante el confinamiento, las empresas echaron mano de esta modalidad como única vía para mantener su actividad. Y ahora, una vez que se recupera una cierta normalidad laboral, muchos trabajadores retornan a la presencialidad. Los motivos son múltiples y varían en función de cada caso. Sin embargo, las fuentes consultadas convergen en una misma idea: la reforma a la ley en la materia que se aprobó para regular el teletrabajo resta flexibilidad a las compañías e impone unas cargas que no todas las firmas están dispuestas a asumir. El resultado es que al empleo a distancia se le escapa el tren y sigue siendo ese futuro que no llega.

En el contexto de emergencia sanitaria, el uso del teletrabajo se disparó. En respuesta, la figura del teletrabajo, que reconoce que en la actualidad “más que trabajo a domicilio lo que existe es un trabajo remoto y flexible.

Sin embargo, la reforma no termina de convencer a todos: los requisitos del tiempo mínimo y el costos adicionales conforman la grieta por la que se escapa el teletrabajo. Incluso hay quien considera que ha sido concebida para un periodo como el del confinamiento, no para ahora.

“No tiene escasa flexibilidad. Al revés, el 30% permite las jornadas semipresenciales. No haberlo definido hubiese supuesto una indeterminación entre las fronteras del trabajo a distancia y presencial, de enorme inseguridad jurídica, como tenía la norma del PP”, defienden fuentes de Trabajo. Y añaden que “el 30% fue un acuerdo con empresarios y trabajadores”.

De esta forma, tras más de año y medio de vértigo de teletrabajo en el sector privado y público, ahora se queda casi como una moda pasajera. Las semanas en las que cosechó mayor interés en las búsquedas de Google fueron las del 15 al 21 de marzo. Desde entonces la curva ha caído, al igual que su uso. Una modalidad laboral eficaz que no termina de convencer. Al menos no con las condiciones actuales.

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Jorge SalesEl Teletrabajo no llegó para quedarse