Los sueldos de Los Altos directivos siguen subiendo. La Comisión del Mercado de Valores (SEC) de Estados Unidos quiere que los inversores sepan lo que reciben por su dinero. A partir de esta semana, exigirá a las empresas que muestren cómo se relaciona la remuneración de los directivos con la rentabilidad de los accionistas y los beneficios. Pero con toda la obsesión por lo que se llevan unos pocos, es fácil perder de vista el panorama más amplio: el salario de todos los demás.
Los informes anuales deberán mostrar exactamente lo que ganaron los cinco principales ejecutivos de una empresa, incluidos los cambios en el valor de las opciones y los planes de pensiones, junto con la rentabilidad total para los accionistas, los beneficios y hasta siete indicadores más de rendimiento. Los gráficos están permitidos, pero para quienes temen que las líneas vayan en direcciones opuestas, también son aceptables las descripciones narrativas.
El Congreso estadounidense pidió estos últimos cambios hace 12 años. Pero la divulgación sin responsabilidad tiene una utilidad limitada. Las votaciones periódicas en las juntas de accionistas de los inversores sobre la remuneración no son vinculantes. Jamie Dimon, de JP Morgan, y Larry Culp, de General Electric, vieron cómo los inversionistas votaban que debían ganar menos, pero mantuvieron sus compensaciones de todos modos. Además, los inversionistas ya pueden ver lo que cobran los directores y sus homólogos inmediatos, así como los resultados de la empresa.
Más útil sería una mayor divulgación de cómo las empresas gestionan sus plantillas. Las relaciones con los empleados son un tema que el jefe de BlackRock, Larry Fink, planteó en enero como de interés fundamental. En la actualidad, las empresas estadounidenses solo tienen que dar cuenta de cómo gestionan el “capital humano”, un término que la SEC no define y que deja mucho margen de interpretación. El resultado es que las empresas son selectivas en cuanto a la información que revelan. Walmart, por ejemplo, informa del salario medio por hora de sus empleados de supermercado, pero no de lo que les paga en total. Starbucks indica el costo de los salarios en sus tiendas, que aproximadamente equivale a una cuarta parte de sus ingresos, pero no los que se pagan en otras partes de su negocio. Otros países piden más información, y más útil. En Hong Kong, las empresas comunican la remuneración de los altos cargos mediante franjas de ingresos. Estos datos son más útiles para un inversor que quiere saber si una empresa está invirtiendo en su plantilla o si corre el riesgo de que los empleados monten una rebelión.

