Los sindicatos alemanes retaran a las autoridades con una huelga a gran escala que va a obstaculizar los desplazamientos en prácticamente todo el país. El sindicato del sector público, Ver.di, junto con el de los trabajadores ferroviarios, EVG, han convocado paros en los trenes de larga distancia, regionales y en todo el transporte local, además de los aeropuertos, puertos y en las autopistas. Elevan así la presión en la negociación de los convenios colectivos, cuya tercera ronda empieza el mismo lunes. Los sindicatos exigen subidas salariales del 10,5% contra la elevada inflación.
Ver.di representa a más de 2,5 millones de empleados públicos de la Administración federal y las locales (profesores, personal sanitario, de limpieza…) y EVG a 230.000 trabajadores del sector del transporte, incluidos los de Deutsche Bahn (DB), la Renfe alemana. Ver.di exige un aumento salarial del 10,5%, con un aumento inmediato de un mínimo de 500 euros al mes el primer año. El sindicato ferroviario, que negocia con 50 empresas de transporte en toda Alemania, exige 650 euros más al mes o un 12% de subida.
Los paros empezarán a medianoche. “Se producirán graves retrasos en toda Alemania y el transporte se paralizará completamente” en algunas zonas, aseguran los sindicatos en un comunicado. Todo el transporte local parará en siete Estados federados del oeste y el sur del país. Los trenes de DB tampoco circularán, según advirtió el director de Recursos Humanos de la compañía, Martin Seiler: “Prevemos que el país se paralice el lunes y que casi no haya tráfico ferroviario”. Alemania registró una inflación de 7,9% de media en 2022, un récord en los últimos 70 años. En febrero alcanzó el 8,7% y está por encima de la media europea.

